Los caballos de Roca se mueren de hambre

Mirlito XII, Embajador XXXV y Garruchero IV no han podido superar la Operación Malaya. Estos tres caballos de pura raza española, de los 103 que componen la ganadería de Juan Antonio Roca, han fallecido, al parecer por hambre y falta de cuidados, desde que el supuesto cerebro de la trama de corrupción municipal en Marbella fuera detenido el pasado 29 de marzo. Además, al menos otros 10 ejemplares se encuentran en condiciones lamentables, escuálidos y con heridas y úlceras en diversas partes del cuerpo, según pudo comprobar la agencia Efe, que visitó la finca marbellí de La Caridad con la abogada de la ganadería Marqués de Velilla, Yolanda Terciado.

Los caballos se encuentran bajo la tutela de un administrador judicial desde el 10 de julio, más de tres meses después de la intervención de los bienes de Roca. "No se tuvo consideración que la intervención era en una sociedad que tenía animales vivos y no seres inertes", declararon fuentes cercanas a la sociedad.

Mirlito, un macho de capa castaña de 12 años y medio, falleció el pasado lunes. En su certificado de defunción se establece que la causa de la muerte fue "una grave impactación de colon, provacada por el consumo repetido de arena del suelo". Este documento, según fuentes del Colegio de Veterinarios de Málaga, da pie a pensar que "ha podido haber una dejadez, y que no han sido alimentados correctamente".

Por su parte, Embajador, nacido el 2 de enero de 2004, no pudo superar una "hernia inguinal estrangulada sumada a media torsión del testículo derecho". Este ejemplar "se podría haber salvado si hubiese sido operado antes de 24 o 30 horas", según las mismas fuentes veterinarias. La causa de la muerte de Garruchero, hijo del mismo semental que Embajador, se desconoce.

El administrador judicial de la finca La Caridad, según fuentes de la ganadería, había buscado un "asesor vinculado al mundo del caballo" para gestionar la ganadería. Los caballos de pura raza española, todos ellos con certificado de inscripción y carta genealógica, tienen un precio de mercado que oscila entre los 10.000 euros en los alazanes más comunes y 20.000 en los de cualidades más excepcionales. El 29 de julio de 2005, los servicios veterinarios de la Junta de Andalucía tomaron nota del buen estado de los animales y certificaron que estos disponían de "una alimentación y agua sana y adecuada".

Hasta la llegada del administrador judicial, fueron los trabajadores de La Caridad los que atendieron a los caballos "por amor a los animales, desinteresadamente y sin percibir su sueldo ya que las cuentas de la sociedad están bloqueadas", según Yolanda Terciado. Los letrados del despacho Baena Bocanegra estudiaban ayer qué medidas tomar para "depurar las responsabilidades" por la muerte de los équidos.

La noticia del fallecimiento de Mirlito, Embajador y Garruchero provocó una ola de solidaridad con los animales que contrasta con la mala imagen de su dueño. La Sociedad Protectora de Animales de Málaga ofreció ayer mandar un camión de comida a La Caridad. "Luego ya se verá quién se hace cargo de los gastos", aseguran.