Las eléctricas cortan la luz por impago a 600.000 clientes al año
El 85% de los morosos recuperan el servicio tras abonar la factura
Las eléctricas dejaron a oscuras a unos 600.000 clientes el año pasado por no pagar la factura eléctrica. La mayoría de los clientes morosos acude rápido a abonar la factura cuando se queda sin un servicio tan esencial. Un 15% de los cortes de suministro responden a casos de locales o viviendas que han cambiado de inquilino o propietario y que quedan sin servicio hasta que se da de alta otro cliente.
Las eléctricas españolas tienen clara cuál es su receta para combatir a los clientes morosos: cortarles la luz. Aunque consideran que la regulación española en la materia es bastante favorable para los clientes, el año pasado las compañías efectuaron un total de 595.762 cortes de suministro por impago. Esa cifra figura en un informe enviado por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a la Comisión Europea, al que ha tenido acceso este diario.
La normativa española establece que la empresa distribuidora podrá suspender el suministro a consumidores privados a tarifa cuando hayan transcurrido al menos dos meses desde que les hubiera sido requerido fehacientemente el pago, sin que el mismo se hubiera hecho efectivo. En la práctica, el plazo de dos meses no suele empezar a contar nunca antes de transcurridos 20 días desde la emisión de la factura, según explican fuentes del sector.
La comunicación avisando del corte deberá incluir el trámite de interrupción del suministro por impago, precisando la fecha a partir de la que se interrumpirá, de no abonarse en fecha anterior las cantidades adeudadas.
Sin cortes en festivos
Para proceder a la suspensión del suministro por impago, la empresa distribuidora no podrá señalar como día para la interrupción un día festivo ni aquéllos que, por cualquier motivo, no exista servicio de atención al cliente tanto comercial como técnica a efectos de la reposición del suministro. Tampoco podrá efectuarse el corte en la víspera de aquellos días en que se dé alguna de estas circunstancias.
Tras el corte de luz, las eléctricas tienen la obligación de reponer el servicio como máximo al día siguiente del abono por parte del cliente de la cantidad adeudada, más los intereses y la cantidad autorizada por reconexión.
Fuentes del sector explican que muchos de los cortes son efectuados a abonados reincidentes en el impago. Por lo general, los clientes acuden a pagar con cierta celeridad cuando se quedan sin suministro. El 85% de los cortes se resuelven por esta vía, según estimaciones del sector.
Un 15%, en cambio, son facturas que se quedan sin pagar y, por tanto, sin recuperar el servicio. Suelen corresponder a traspasos de locales comerciales o a la venta de viviendas. En algunos de esos casos el local o vivienda no vuelve a tener suministro hasta que no se da de alta el nuevo inquilino o propietario.
Las asociaciones de consumidores han enfrentado, en ocasiones, la celeridad con la que las empresas cortan el suministro por impago con la lentitud de la que hacen gala a la hora de compensar a los usuarios por fallos en el servicio.
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