_
_
_
_
_
Reportaje:Alemania 2006 | Brasil-Croacia, arranca el gran favorito

"En Berlín quiero hacer historia como Owens"

Ronaldinho se siente espléndido en las horas previas al debú más esperado, el de los vigentes campeones, que se miden a los croatas

Al fin, Brasil, la sonrisa del fútbol. En Berlín, el campeón vigente, el gran favorito, sale a escena. Vuelve Ronaldo, el Ronaldo que pedía a Dios que empezara el Mundial para que la prensa dejara de hablar de tonterías, ya tiene campo y pelota para que se hable de él por sus goles, por sus galopadas, por su fútbol y no por sus kilos. Llegó la hora también para Ronaldinho, el gaúcho de la sonrisa eterna, el mejor jugador del mundo. Al fin, pues, juega Brasil, que sale a escena en el Olímpico de Berlín, justo donde Jesse Owens desafió a Hitler y escribió una de las más bellas páginas de la historia del deporte, algo que no pasó por alto ayer Ronaldinho: "Sí, sé que Jesse Owens hizo historia en este estadio y yo también quiero comenzar aquí la mía", aseguró ayer quien dijo sentirse preparado, tranquilo y seguro. La fiesta, pues, puede empezar.

Carlos Alberto Parreira afirma: "En Estados Unidos sentí la misma presión y ganamos"
El técnico pide a sus jugadores que no se defiendan como pesos mosca
Más información
120 millones de entendidos

Carlos Alberto Parreira recoge el guión donde lo dejó hace 12 años. En Pasadena (Estados Unidos), una calurosa tarde de julio de 1994, dejó un equipo campeón. Y, hoy, en Berlín, hereda a otro conjunto campeón, el que se encumbró en Yokohama hace cuatro años. En Estados Unidos comandó al Brasil que rompió 24 años de maleficio logrando el tetracampeonato, pero todo ha cambiado mucho. "Siento la misma presión. Teníamos que ganar y ganamos. Y ahora tenemos que ganar y trataremos de ganar. Soy el entrenador de Brasil y cuando juega Brasil, juega para ganar. Volví para eso". Ya no está Romario, y Ronaldo ya no es el crío al que no permitió jugar ni un sólo minuto durante el Mundial de los Estados Unidos, sino un futbolista de vuelta, un jugador en el crepúsculo de su carrera que acude a la cita de su cuarto Mundial sin nada que demostrar después de haber sido el mejor, decisivo hace cuatro años en el último mundial, el de Japón y Corea. En Yokohama, Brasil logró el título que hoy empieza a defender contra Croacia. "El primer partido siempre es el más difícil. Siete partidos nos separan del título. La cuenta atrás ha empezado", dijo Carlos Alberto Parreira.

Consciente de que están señalados como favoritos de forma tan inhabitual, hasta Lula, presidente del Gobierno, parece asustado: "Jamás había asistido a algo semejante". "Hay favoritos hasta que empieza el partido", advirtió Ronaldinho. "Estamos todos motivadísmos, pero nadie está confiado". "Lo que tengamos que ganar nos lo ganaremos en el campo", ahondó Ronaldo. "Si no somos conscientes de eso, no podemos hacer grandes cosas en este Mundial". "Nacidos para jugar a fútbol", reza el eslogan que lucen los brasileños en sus camisetas. Una declaración de principios que tratarán de hacer valer ante Croacia para empezar.

"Defender como un equipo pequeño y atacar como uno grande. Atacar como un peso pesado, pero no defender como un peso mosca", ha dicho Parreira, el seleccionador, que ayer no nececitó aclarar quién juega: hace más de un mes que los 120 millones de brasileños saben los once futbolistas que hoy empezarán a defender el título en Berlín. Ni siquiera la noticia de la solicitud de la fiscalía italiana de cárcel para el capitán Cafú por falsedad de documento público ha descentrado al grupo: "Han tratado de desestabilizarnos. No es casual que salga eso ahora", denunció el técnico. Juega Brasil, juega el Campeón.

Los jugadores brasileños, durante el ensayo de ayer.
Los jugadores brasileños, durante el ensayo de ayer.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_