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Reportaje:

Terrazas todo el año

El Ayuntamiento prepara una normativa para fomentar que los 2.500 veladores de Madrid permanezcan abiertos en invierno

Jesús Sérvulo González

Tomar una caña, un vermut o un pincho en una terraza es uno de los deportes favoritos de los madrileños. Muchos restaurantes aprovechan la llegada del buen tiempo para sacar sus terrazas a la calle y atraer así a los clientes. "Con las terrazas viene mucho más público", reconoce Alberto Argüeso, gerente de la Taberna del Alabardero, junto a la plaza de Oriente. "Pero, sin duda, para los camareros es mucho más difícil trabajar", añade. Ahora, el Ayuntamiento prepara una ordenanza que facilitará las cosas a los dueños de veladores, con el objetivo de que permanezcan abiertos también en invierno.

El año pasado el gobierno municipal contabilizó 2.335 terrazas en la capital. Algunas abren todo el año, como las instaladas en la plaza de Oriente o en la plaza Mayor. Otras sólo funcionan entre el 15 de marzo y el 31 de octubre. El Ayuntamiento recuerda que sólo los bares y restaurantes pueden poner terrazas. Las discotecas y bares de copas no tienen permiso. "Aunque muchas se nos escapan", reconoce un portavoz municipal.

Los bares podrán poner cerramientos permanentes en sus terrazas

El Ayuntamiento realizó 3.699 inspecciones en 2005 para cazar a las terrazas que no tuvieran licencia. Resultado: 1.729 de los veladores visitados carecían del permiso correspondiente.

Los veladores están repartidos por toda la ciudad. Pero donde más hay es en el distrito de Puente de Vallecas. Allí, 175 bares han sacado sus terrazas a la calle. Tomar una caña al aire libre en el distrito de Salamanca tampoco es difícil: hay 172 terrazas. En Centro, 151.

El proyecto de reforma de la M-30 influirá, también, en estos negocios: el Ayuntamiento cree que el bulevar que quede sobre el río Manzanares, una vez terminen las obras, "es perfecto para instalar terrazas, que podrían ser permanentes", indica el concejal de Coordinación Territorial, José Manuel Berzal. Por eso, para fomentar el uso de las terrazas durante todo el año y para mejorar el aspecto de los veladores de Madrid, el Ayuntamiento prepara un nuevo decreto que homogeneizará su aspecto. La nueva normativa también permitirá los cerramientos estables -espacios acristalados- en las terrazas, lo que las haría más rentables en invierno. "Es una de las principales novedades", afirma Berzal.

"Llevamos muchos años oyendo esto, pero nunca llega", explica Fernando, con más de 16 años como encargado del restaurante El Soportal, situado en la plaza Mayor. Esta vez parece que la reforma de la normativa va en serio. Según Berzal, "dentro de unos días estará preparado un borrador interno", y la nueva norma "podría entrar en vigor en 2007". "El objetivo es seguir un criterio estético, como ocurre en ciudades como París o Roma", añade el edil.

Berzal explica que en determinadas zonas singulares el Ayuntamiento promoverá que todos los elementos urbanos sean iguales y guarden armonía con el entorno. Así ocurre ya en la plaza de Oriente. Allí todas las terrazas, propiedad de la misma empresa, tienen elementos comunes y están integradas con la plaza.

La mayoría de los hosteleros consultados está a favor de esta nueva normativa. "Si pudiéramos pondríamos un cerramiento como tiene el café Gijón, en el paseo de la Castellana", cuenta Alberto Argüeso. "Ojalá nos dejarán cerrar las terrazas y poner aire acondicionado dentro. ¡Los clientes estarían muy bien. Calentitos en invierno y frescos en verano!". Fernando señala que en la Plaza Mayor "todas las sombrillas, sillas y mesas tienen que estar homologadas, por eso son todas iguales".

Fermín Oslé, director general de Vías Públicas, dice: "Queremos que los cerramientos sean lo más transparentes posibles para facilitar la visibilidad. Sin elementos colgantes. Y que los aparatos de aire acondicionado estén integrados. Convocaremos un concurso de ideas, con unos criterios estéticos y técnicos para decidir el modelo ganador".

Los cerramientos adosados a la fachada de los locales "deberán permitir la circulación y no pueden evitar la evacuación de los edificios o locales donde se instalen". Se autorizarán cerramientos en "los bulevares, plazas y zonas adyacentes a zonas verdes y espacios singulares con un valor histórico". El espacio mínimo de la acera para poner un cerramiento será de siete metros.

Además, para fomentar que las terrazas estén abiertas durante todo el año, el Ayuntamiento pretende generalizar el uso de las estufas de calor. "Nosotros ya tenemos las setas de calor hace tiempo", cuenta Argüeso. "En invierno se está mejor, pero no es una solución definitiva".

El Ayuntamiento también regulará las mesas de apoyo que hay en muchas terrazas. Son mesas donde los camareros depositan los platos, cubiertos y restos de comida. "Tienen aspecto de falta de higiene y provisionalidad", asegura Berzal. "Las nuevas mesas deberán contar con fregadero, sistemas de lavado y equipos de conservación de productos", advierte.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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