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Necrológica:EN MEMORIA DE JOSÉ GRANERO, COREÓGRAFO
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

La búsqueda de la simplicidad del movimiento

El maestro Granero -todo el mundo le llamaba así- había nacido en 1936 en Buenos Aires, donde comenzó sus estudios de danza clásica en la famosa escuela del teatro Colón. Después marchó a Nueva York, donde comenzó a trabajar en la compañía de Roberto Ximénez y Manolo Vargas. Ocurría esto en el año 1958.

Se vino a España porque en Nueva York se exponía a ser enviado a Vietnam, y aquí trabajó con Luisillo, Mariemma y Pilar López. Pero pronto se dio cuenta de que la coreografía le interesaba más que la danza en sí, y comenzó a dar clases en el estudio de Amor de Dios. "Con el tiempo me di cuenta de que lo que más me interesaba era entrar dentro del mundo de la danza española, porque para mí le veía como más posibilidades creativas que lo que era el ballet en sí".

Aquellos primeros tiempos en España fueron un momento muy importante para la danza española, porque había muchas compañías funcionando. "Vine con la intención de quedarme. Manolo Vargas siempre me dijo que la mejor manera de seguir en esta profesión era venir a España, seguir estudiando, seguir conociendo distintas formas".

Lo más importante que el maestro hizo aquí fue Medea, y ello llegó a agobiarle. "Estoy tratando de quitarme el peso que llevo en la espalda -decía los últimos años-. Un creador no se puede quedar si ha tenido un gran éxito en una sola historia. Todo el mundo quiere comparar un trabajo con otro mío con relación a Medea. La cual fue hecha en su momento, con mis necesidades creativas en aquel momento... Yo he hecho un Hamlet hace unos años, para mí y para mucha gente que sentían que eso era mucho más profundo que el trabajo de Medea, a lo mejor menos artístico, pero mucho más buscando la simplicidad del movimiento, que era lo que yo necesitaba en aquel momento. Bailar por bailar pienso que es algo que no está dentro de mi búsqueda dentro de la danza; mi búsqueda en la danza está en otras cosas aparte de bailar. Hoy día creo que está sucediendo mucho que los bailarines están bailando por bailar, y no es bailar, porque bailar quiere decir mucho más que moverse...".

Decía Granero que Medea fue un conjunto de cosas. "Si yo trabajo con un músico y el músico me da una buena pauta, entonces la labor es mucho más fácil y se puede desarrollar mejor. Y me pasó eso con Manolo Sanlúcar en su momento. Nos adaptamos muy bien el uno al otro, hubo un trabajo muy consciente. Luego, también, yo me dejo influir mucho por la gente que trabaja conmigo; estaba Manuela Vargas en un momento muy especial; es una artista muy intuitiva y profunda. Es decir, con ella pude elaborar muy bien el personaje".

Creía que la técnica puede matar el arte, porque para eso están los grandes gimnastas y los grandes técnicos. "Hoy día mismo ves en la gimnasia artística niñas que hacen cosas mucho más difíciles que una bailarina clásica, entonces lo que le queda a una bailarina clásica es tener sensibilidad, saber lo que está haciendo en el escenario, asumir un papel como es debido, en fin, que la artista tiene otro cometido en el escenario, que no es dificultar cada vez más la historia, porque de ahí no sale nada positivo".

Un infarto se llevó al maestro Granero. Descanse en paz el querido amigo.

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