Alonso anuncia en Afganistán que pedirá permiso al Congreso para reforzar las tropas

Nueve horas duró la primera visita a Afganistán del nuevo ministro de Defensa. Suficientes para que se convenciera sobre el terreno de la necesidad de reforzar el actual contingente español en Afganistán, como el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, solicitó formalmente a principios de este mes. Alonso anunció, en una breve comparecencia ante los medios de comunicación en la base hispano-italiana de Herat, que había decidido "de conformidad con el presidente del Gobierno", solicitar al Congreso la autorización prevista en la Ley Orgánica de Defensa Nacional.

Antes de anunciarlo públicamente, Alonso habló con el presidente del PP, Mariano Rajoy, quien le brindó su apoyo, al igual que los portavoces de CiU, Josep Antoni Duran, y ERC, Joan Puigcercós. No pudo convencer al líder de IU, Gaspar Llamazares, quien insistió en reclamarle la retirada de las tropas. El ministro argumentó que se trata de una operación solidaria, amparada por Naciones Unidas.

Alonso no quiso concretar la dimensión del refuerzo, alegando que lo hará cuando comparezca en la Comisión de Defensa del Congreso, el 9 de mayo, y se limitó a señalar que el objetivo es "dar seguridad a las obras civiles" que la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) realiza en Qala-e-Naw e incrementar la capacidad de transporte de soldados entre esta localidad y Herat.

La última propuesta de refuerzo que presentó al anterior ministro de Defensa, José Bono, el general de Ejército Félix Sanz incluía un mínimo de 140 personas con el objetivo de constituir una compañía de seguridad para el Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Qala-e-Naw, con 100 soldados, que ahora sólo cuenta con una sección de 30; reforzar la Compañía de Reacción Rápida (QRC) de Herat, que debe prestar ayuda a todos los PRT del oeste del país; y destacar en Herat un avión de transporte C-295, además de aumentar el personal del Centro de Coordinación Regional.

Además, el Estado Mayor de la Defensa está estudiando la posibilidad de "preposicionar" en Herat Blindados Medios de Ruedas (BMR), que brindarían a las tropas mayor protección en caso de que se sigan deteriorando las condiciones de seguridad, aunque su transporte a la zona resulta muy complejo. El pasado día 15 una patrulla de la Legión sufrió al sur de Herat el primer ataque directo contra las tropas españolas desde que llegaron a Afganistán en 2002.

En conjunto, las fuentes militares calculan el aumento en un mínimo de 140 y un máximo de 250 soldados, aunque la cifra no resulta en realidad tan importante, ya que los más de 600 soldados que España mantiene en la misión de asistencia para la seguridad de Afganistán (ISAF) están por encima de los 540 que autorizó el Congreso en julio de 2004. El coronel José Antonio Alonso, jefe del destacamento de Qala-e-Naw, afirmó ayer que, aunque la situación en la provincia de Badghis, bajo responsabilidad española, está en relativa calma, no se puede ignorar "que hay una situación de inestabilidad en el conjunto del país". "Tenemos que estar prevenidos y contar con unas mínimas capacidades de defensa", añadió.

La demanda de refuerzo, que el ministro calificó de "razonable" y "objetivamente necesaria" tras recibir información de primera mano, se basa en la necesidad de proteger a los nueve técnicos de la AECI y de la empresa pública Tragsa que trabajan en la construcción de la carretera entre Qala-e-Naw y Herat, la rehabilitación del hospital provincial y la conducción de agua potable. A ello se suma el riesgo de que grupos talibanes se desplacen hacia el oeste en busca de objetivos vulnerables.

Vuelo táctico en un Cougar

Alonso llegó a Herat a las ocho de la mañana hora local en un Hércules procedente de Kuwait. A continuación, subió en un helicóptero Cougar como el que el pasado 16 de agosto se estrelló al sur de Herat, causando la muerte de 17 militares españoles. Alonso realizó un vuelo táctico, a menos de 20 metros de altura y casi 200 kilómetros por hora, pero a diferencia del siniestrado, el helicóptero al que subió el ministro iba a media carga: siete pasajeros, en lugar de los 12 de entonces, con su correspondiente armamento y pertrechos.

El ministro visitó el lugar del accidente, donde colocó una corona ante lápida que descubrió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 19 de diciembre. Luego se trasladó a Qala-e-Naw, donde, además de visitar la base española, se trasladó a la estación eléctrica, que desde hace dos días proporciona alumbrado a la calle principal y los edificios públicos de esta localidad de 17.000 habitantes gracias a la cooperación de militares y civiles españoles. Fue allí donde el gobernador provincial afgano le pidió que dote al PRT de "más medios para que pueda hacer más cosas" y el coordinador de la AECI, Pablo Yuste, le explicó que en este rincón de Afganistán, el más pobre de uno de los países más pobres de la tierra, uno de cada cuatro niños muere antes de cumplir cinco años debido, fundamentalmente, a la insalubridad del agua.