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Bush congela las reservas de crudo para contener los precios

La Administración de EE UU investigará a las petroleras

George Bush, con los índices de popularidad por los suelos, presentó ayer una estrategia para combatir a corto plazo la escalada en el precio del combustible. La Casa Blanca propone dejar de alimentar sus reservas estratégicas y lanza en paralelo una investigación para determinar si las petroleras están manipulando el precio en las gasolineras. Tras las palabras de Bush, el precio del petróleo tipo brent cayó de 74 dólares a 72,10.

El encarecimiento de la factura energética está poniendo en serios aprietos a la Administración que preside Bush y a los legisladores conservadores en el Capitolio, con las elecciones al Congreso llamando a la puerta. Bush reiteró ayer que la energía es una cuestión de seguridad nacional y económica, por eso no ocultó su preocupación por la escalada de los últimos días en el precio de los combustibles y por la adicción de los estadounidenses al oro líquido.

En este clima, y ante la creciente presión del Congreso, el presidente Bush presentó su propio plan, que tiene por objetivo incrementar el suministro de energía a los consumidores y evitar abusos en las gasolineras coincidiendo con la llegada de la temporada estival. "No vamos a tolerar manipulaciones o engaños en el precio", advirtió George Bush, quien dio la orden para que se lance una investigación sobre las prácticas en este sector. "Los consumidores deben ser tratados justamente", dijo.

Reservas

El otro gran punto de esta estrategia energética a corto plazo consiste en dejar de alimentar temporalmente las reservas de emergencia, para que haya más combustible disponible en el mercado este verano. Según Bush, los depósitos nacionales "son lo suficientemente grandes para funcionar durante unos meses sin alimentarlos". "Dejar un poquito más de petróleo en el mercado ayuda", afirmó. La medida se mantendrá efectiva hasta otoño, fecha para la que están previstas las elecciones al Congreso.

Bush hace así un guiño a los consumidores con las encuestas cayendo en picado y denunció que el incremento en el precio de las gasolinas actúa como un impuesto "escondido" para los trabajadores, sectores como el de la agricultura y el pequeño negocio. Pero la decisión de dejar de acumular petróleo no significa que se vaya a tirar de las reservas, entre otros motivos porque las petroleras no tienen la capacidad suficiente para refinar el crudo que demanda su economía.

Las reservas estratégicas se han utilizado en EE UU en tres ocasiones desde su creación tras la crisis petrolera del año 1973: durante la guerra del Golfo (1991), durante la espiral de 2000 y tras el colapso a raíz de los huracanes Katrina y Rita (2005).

La capacidad de estas reservas se estima en 727 millones de barriles de crudo. En esta línea, la Administración de Bush propone que se simplifiquen las reglas para que las petroleras puedan expandir la capacidad de refino en el país, para que haya más capacidad de suministro de derivados. Y lanza un mensaje a los gigantes del sector para que destinen las ingentes cantidades de efectivo que están amasando gracias a esta espiral a la mejora del suministro y a recursos y tecnologías energéticas alternativas. "Las petroleras tienen un papel que jugar en esta crisis", dijo.

EE UU importa el 60% de la energía que consume, frente al 25% de hace dos décadas. Bush advirtió de que esta situación tiene un riesgo. "Algunas de las naciones de las que depende nuestro suministro están dirigidas por gobiernos poco fiables o con agendas hostiles contra EE UU. Saben que necesitamos de su petróleo y lo utilizan para reducir nuestra influencia", dijo el presidente. A esto se le suma el reto que plantea el incremento de la demanda energética en economías como la china o la india, que afectan al precio de la energía al alza en EE UU.

Ahorro

Por eso, la Casa Blanca insiste en que EE UU debe, por un lado, incrementar la producción de crudo propia y, por otro, promover la conservación energética en la vida diaria de los estadounidenses, además de fomentar otro tipo de fuentes alternativas como el etanol o tecnologías más eficientes como el hidrógeno y la propulsión híbrida en los coches, para los que propone que se extiendan las ayudas fiscales a los consumidores.

La tensión en los mercados se mantiene debido a la situación de tensión con Irán y por los problemas en Nigeria, donde el temor a los ataques de milicianos rebeldes provocó ayer que la compañía estadounidense Exxon decidiera sacar del país a parte de los directivos de la empresa que no realizasen tareas esenciales. Ayer, tras registrar una fuerte caída, el precio del petróleo en Londres volvía a remontar y se situaban en torno a los 73 dólares.

El presidente de EE UU, George Bush, durante un acto de promoción del bioetanol en Washington.
El presidente de EE UU, George Bush, durante un acto de promoción del bioetanol en Washington.REUTERS

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