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Reportaje:

Un malecón llamado Mario Vargas Llosa

El alcalde de Barranco inaugura un paseo de Lima dedicado al escritor hispano-peruano

Juan Cruz

A Mario Vargas Llosa le hicieron el último martes algunos regalos inolvidables, pero el más emocionante de los que recibió al cumplir los 70 años fue el Malecón Mario Vargas Llosa, que abrió el alcalde de Barranco, donde vive desde hace años en Lima. El autor de La ciudad y los perros, que el último sábado casó a su hija Morgana, fotógrafa, con el psicoanalista Stefan Reich, en la playa peruana de Máncora, recibió "abrumado" el presente que le hizo el municipio y prometió portarse bien para merecer en el futuro un honor tan grande. El Malecón Mario Vargas Llosa es un mirador privilegiado del mar limeño; desde el despacho en el que escribe, Vargas Llosa divisa esa Lima "bella y horrible" de la que han escrito él, Julio Ramón Ribeyro, Alfredo Bryce Echenique o Hermann Melville. Recibió otros muchos regalos, y llamadas que le llenaron de felicidad. Como desde los años ochenta colecciona hipopótamos (desde que hizo pública su obra teatral Katy y el hipopótamo), Vargas Llosa recibió una docena de obras de arte que recuerdan la figura de este animal "cuya única ocupación son la holganza y el sexo", y entre ellos estuvo el que le entregaron sus editores de Alfaguara (donde publica desde 1993), una escultura del japonés Aldo Shimora; desde La Oficina del Autor le llamó Basilio Baltasar para decirle que ayer mismo el festival de Mérida le había confirmado que el espectáculo La verdad de las mentiras (con Aitana Sánchez Gijón) será en agosto uno de los números fuertes del certamen teatral. Y tuvo numerosísimas llamadas, entre ellas la del presidente de su país de origen, Alejandro Toledo, que también cumplía años.

Por la noche, después de que el malecón Paul Harris (el fundador del Rotary Club en el mundo) cediera su nombre al autor de Conversación en La Catedral, los amigos peruanos de Vargas Llosa se reunieron en torno al escritor en un monumento ancestral de Lima para recordar con él momentos íntimos o públicos de su vida. En el discurso de aceptación de tanto agasajo, el escritor rindió un homenaje muy emocionado a su mujer, Patricia Llosa: "No hubiera hecho todo aquello que ustedes hoy me celebran". "De ella", añadió, "me siguen sorprendiendo su energía, su entusiasmo. Y su belleza". Le arroparon 400 personas, algunas de las cuales le apoyaron hace 16 años en su intento de llegar al poder en Perú.

En un documental exhibido en su honor (realizado por Mauricio Bonnett, para Sogecable), su agente Carmen Balcells dijo: "¿Mario presidente? ¡Estaba loco!, es un escritor". Vargas Llosa rindió homenaje, entre otros, a Carlos Barral, el editor que primero confió en su obra. Entre quienes le escucharon estaban Lucho Llosa, director de la versión cinematográfica de La fiesta del chivo, primo y cuñado suyo, e Isabella Rosellini, la protagonista de la película, que anoche se estrenó en la ciudad del escritor que ya es titular del Malecón por donde pasea cada día.-

Vargas Llosa sonríe durante la inauguración del malecón.
Vargas Llosa sonríe durante la inauguración del malecón.CLAUDIO ÁLVAREZ

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