_
_
_
_
Fútbol | 25ª jornada de Liga

Y Eto'o dijo basta

El camerunés amenazó con dejar el partido por los gritos racistas de los aficionados

Jordi Quixano

Ayer se escribió el segundo capítulo de la relación entre Samuel Eto'o y La Romareda, reincidente. La liga pasada, un grupo de aficionados insultó al camerunés con gritos simiescos y le tiraron cacahuetes, un acto xenófobo sin precedentes. Eto'o marcó un gol e, irónico y satírico, se marcó un baile como si copiase los movimientos de un mono. Anoche se representó el segundo acto. "Rogamos al público que por favor...", se oyó por la megafonía del campo. Apenas pudo oírse. Una parte de público, muy irritado, silenció el megáfono con gritos. La situación se agravó acto seguido en un saque de esquina. Eto'o reclamó al colegiado y el público, enfadado, decidió obsequiarle con el "¡uh, uh, uh!" conocido. Al ver que los insultos no cesaban, el camerunés decidió salir del campo y, con gestos ostensibles que anunciaban su decisión, empezó a desfilar hacia la banda. Enrabietado, comunicó al colegiado que no pensaba seguir en el campo. Eto'o cambió de opinión por la intervencíón de sus compañeros y del árbitro, que le exhortaron a continuar en el campo. El delantero accedió y el partido se reanudó.

Más información
El Barça gana a la italiana en Zaragoza

"Me ha gustado mucho la reacción de los compañeros y del colegiado cuando han animado a Eto'o a seguir", intervino Rijkaard. "Samuel ha demostrado que es más fuerte que las circunstancias". "Hay que tener en cuenta que gracias a jugadores como él y a muchos otros, el público acude a los estadios para ver un espectáculo futbolístico", argumentó el entrenador. "Ha sido una lástima lo que ha ocurrido. Eto'o es también un ser humano y se sentía muy mal en el campo. Al final ha reaccionado bien como también el árbitro, que le ha dicho 'eh, vamos a darnos otra oportunidad'".

Víctor Muñoz, técnico del Zaragoza, explicó: "Ha sido una minoría la que ha tenido una actitud reprobable, y a las minorias no hay que darles importancia, aunque sí escucharlas Lo ocurrido pasa en todos los campos; también en el Camp Nou".

Los jugadores del Barça mostraron su solidaridad con Eto'o, que abandonó el campo sin hacer declaraciones. "No entiendo que pasen estas cosas", dijo Puyol. "Eso no puede continuar así", Ronaldinho expuso: "Yo intenté tranquilizar a Samuel y le dije que en el fútbol hay un lado más bonito que el de los gritos racistas. Él es más grande que todos los que le chillan.". El zaragozista Ewerthon reflexionó: "Lo de hoy no puede pasar en el siglo XXI, y pasa con Eto'o, con Ronaldinho y conmigo. Yo le he dicho que estaba de acuerdo con él, pero que él está arriba y que desde su puesto podía hacer algo para revertir la situación".

La actitud de Eto'o tiene un precedente en Zoro, del Messina que en noviembre amenazó con dejar el campo por los gritos racistas de seguidores del Inter.

Los jugadores del Zaragoza intentan convencer a Eto'o para que no abandone el partido.
Los jugadores del Zaragoza intentan convencer a Eto'o para que no abandone el partido.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_