_
_
_
_
_

El Gobierno tiene ya diseñada su estrategia ante un posible final de ETA

Luis R. Aizpeolea

"No habrá cambios en la política antiterrorista ni se abrirá el proceso de paz hasta que ETA abandone definitivamente la violencia", respondió ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, tras el Consejo de Ministros. De la Vega se mostró cautelosa al conocer las declaraciones del líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, a la entrada de la Audiencia Nacional. Pero dejó las puertas abiertas a un proceso de paz en Euskadi siempre que ETA declare oficialmente el final de la violencia, ante el que el Gobierno tiene diseñada su estrategia.

El Gobierno contempla con moderado optimismo la situación vasca, tras constatar que ETA no ha cometido ningún asesinato en casi tres años, aunque mantenga un nivel de violencia con ataques con bombas a instituciones y empresas. El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, mantiene la expectativa del proceso de paz en Euskadi para este año y cita habitualmente tres elementos que le animan a expresarlo: los tres años de ETA sin matar; el ansia de paz de la inmensa mayoría de la población vasca, incluida la izquierda abertzale, y la información de que él mismo dispone sobre los movimientos de la organización armada.

Más información
Rajoy acusa al Gobierno de "mendigar una tregua de ETA"

En este contexto, el Gobierno concede a las declaraciones de ayer de Otegi el significado de constatar unas expectativas de paz en Euskadi que el propio Ejecutivo contempla, aunque no le quiere poner fecha.

El Gobierno, en la hipótesis de que ETA haga público el cese definitivo de la violencia, ya tiene preparado su dispositivo de respuesta. No quiere que le suceda como al ex presidente José María Aznar, en septiembre de 1996, que le cogió de sorpresa la tregua de ETA.

Más allá de la información de que dispone el propio presidente, el Ejecutivo, sus pasos a dar, ante un cese de ETA, están recogidos en la resolución parlamentaria de mayo de 2005, apoyada por todos los partidos menos el PP. En tal caso, Zapatero acudirá al Congreso para declarar abierto el proceso de paz y propondrá la apertura de un diálogo del Gobierno con ETA para buscar una salida a los presos. Esta iniciativa desbloquearía, a su vez, el diálogo entre todos los partidos vascos, incluida la ilegalizada Batasuna, para reformar el Estatuto vasco.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_