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Crítica:JUEGOS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Picardías de un terremoto animado

No le gusta el pimiento; es entrometido, enamoradizo y exhibicionista, y pone de los nervios a su madre. Su nombre es Shin Chan y ahora también protagoniza un videojuego. Hace casi 15 años el dibujante japonés Yoshito Usui dio forma a este niño de cinco años travieso e irreverente que ha ido conquistando a los más jóvenes a pesar de las reticencias y quejas de los mayores. Hasta la fecha se han publicado más de 400 capítulos de sus aventuras, ha dado lugar a una docena de películas y a cómics millonarios en ventas.

Shin Chan: aventuras en Cineland es el primer videojuego de este personaje en España. El título corre en GameBoy Advance, una de las tres consolas portátiles de Nintendo. La historia se centra en recrear las aventuras del segundo largometraje que protagoniza Shin Chan, que está ambientado en un enorme parque de atracciones.

Shin Chan: aventuras en Cineland

Género: Plataformas

Fabricante: Luk Internacional

Género: Plataformas

Fabricante: Luk Internacional

Distribuye: Atari

Plataforma: GameBoy Advance

Precio: 39,99 Euros

Mayores de 7 años

Internet: www.atari.com/

Shin Chan se moverá por coloristas escenarios en dos dimensiones y se disfrazará de ultrahéroe y otros personajes para acabar con los malos. También aparecen otros integrantes de la familia Nohara, cada uno con sus habilidades, dispuestos a desenredar la trama. Si la ayuda proviene, por ejemplo, de Himaware, la hermana pequeña de Sinosuke, se utilizará para poder acceder a lugares pequeños, porque curiosamente el juego no permite que el protagonista camine agachado. Shin Chan podrá vestirse en el juego de cinco maneras; cada traje tiene sus habilidades. Si se viste de rana, podrá saltar distancias más largas gracias a su lengua; si el disfraz es de mono, será un artista subiéndose a los árboles.

Sus creadores no han querido pasar por alto los momentos estelares del pequeño protagonista, como su faceta exhibicionista, y, como en la serie de televisión, enseñará el trasero. También tienen cabida aquellos sueños tan surrealistas e infantiles de Shin Chan. De hecho, todo recordará sobremanera a lo mostrado en televisión incluso el apartado sonoro, ya que se han incorporado las pegadizas sintonías que acompañan las aventuras de la familia japonesa más conocida del momento.

Quizá no sea el no va más de la técnica, pero para los incondicionales de la serie es una buena opción para recrear las aventuras de este pícaro chaval.

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