Un pescador salva a 43 subsaharianos tras siete días en una barcaza de madera
Un pescador de Gran Canaria, también voluntario de la Cruz Roja, descubrió en la mañana de ayer una barcaza de madera de unos 13 metros de eslora que navegaba sin dificultad hasta Mogán, municipio turístico al suroeste de la isla.
El rescatador había zarpado ayer para faenar en aquellas aguas cuando divisó un objeto flotando en el horizonte. Al llegar a ese punto comprobó que el objeto era una barcaza de madera de 13 metros de eslora que transportaba decenas de hombres subsaharianos.
Una lancha de Cruz Roja remolcó la barca, similar a la rescatada en Tenerife la semana pasada, con un toldo que cubría la superficie hasta la mitad, equipada con dos motores, provisiones y de un tamaño que dobla el de las frágiles barquillas que suelen llegar a estas costas.
Una vez que llegaron a tierra, agentes de la Guardia Civil y voluntarios prestaron los primeros auxilios a los más exhaustos, en su mayoría ataviados con varias capas de prendas de abrigo y un impermeable resistente de color amarillo.
Según confesaron en el cuartel del instituto armado de Arguineguín, el grupo de 43 varones había zarpado hacía una semana desde algún punto de la costa de Mauritania y llevaba al menos una semana de navegación.
El Ministerio del Interior no dispone de ningún elemento de vigilancia para detectar a las barquillas que se acercan al sur de Tenerife, Gran Canaria, La Gomera y El Hierro. Hasta ahora, el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) funciona en la zona del Estrecho y Andalucía Oriental y en las costas de Lanzarote y Fuerteventura.
