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Reportaje:ALTERNATIVAS DE OCIO | Verano 2005

Navegantes con carnet

600 personas se examinaron este año para ser patrón de barco

Las autoescuelas no son las únicas academias que preparan a sus alumnos antes de poder manejar vehículos. En el mar también se necesitan licencias.

Las escuelas náuticas han tomado en los últimos años protagonismo entre los amantes del mar. En 1998 la ley que regula las licencias de navegación se endureció: el precio de las multas por falta de título aumentó y el examen pasó de ser sólo teórico a incluir una prueba práctica. El verano pasado los equipos de salvamento intervinieron en 115 casos en Andalucía. En muchos de ellos los implicados carecían de licencia.

Los controles de la Guardia Civil también son más exhaustivos. "Desde hace unos diez años se registran muchos barcos, debido al aumento del contrabando, por lo que los agentes interrogan a muchos usuarios de yates. Antes era normal no tener licencia, pero ahora es más fácil que te pillen, así que hay gente que se ve obligada a sacarse el título", explica Juan Carlos Polavieja, director general de la escuela de navegación Cenáutica.

La cantidad de patrones de navíos también ha crecido desde entonces, debido a varias razones. Por un lado, el poder adquisitivo de la sociedad ha aumentado, por lo que más personas pueden comprar embarcaciones, y, por otro, la costumbre extranjera de alquilar barcos para el periodo de vacaciones se ha extendido a la península. "En Andalucía hay colas en los puertos deportivos para conseguir un lugar en el muelle, porque no hay espacio para todos", explica Caroline Hulse, responsable del departamento de Comunicación de Cenáutica en Sevilla.

Existen diferentes títulos según los distintos tipos de embarcaciones que se quiera navegar: Patrón de Navegación Básica (NB), de Embarcación de Recreo (PER), de Yate o de Capitán de Yate. El más solicitado de todos es el PER, que permite al usuario gobernar un navío de hasta 12 metros de eslora con un límite de navegación de 12 millas de distancia de la costa.

En lo que va de año, más de 600 personas se han presentado a las pruebas para obtener esta licencia en Andalucía. "Muchos alumnos comienzan por sacarse un título y luego no pueden parar, quieren sacarse el siguiente y seguir aprendiendo", explica Francisco Rodríguez, instructor de la escuela náutica y marino mercante. El perfil del aspirante a patrón de barco corresponde al de un hombre entre los 35 y los 60 años.

En las escuelas hay pocas mujeres, aunque cada año se presentan más. "Ellas son mejores alumnas en muchas ocasiones. Tienen más claro el concepto de seguridad, que es lo principal en navegación", explica el marino. "Los peores son los que navegan desde hace años y se ven obligados a sacarse el carnet porque los ha pillado la Guardia Civil sin licencia. Éstos contaminan la clase", se lamenta Rodríguez mientras señala las marcas de balizamiento que hay repartidas por la ría del Guadalquivir, cercana a Puerto Gelves, donde la escuela tiene su barco de prácticas.

La primera pregunta que le suelen hacer los principiantes es cómo saber dónde se encuentra uno cuando está en medio del mar. "Si alguien llega a un punto es porque ha salido desde otro", aclara el instructor. "Otra cuestión clásica es cómo llegó Colón a América", recuerda con una sonrisa.

Los precios de las clases prácticas oscilan entre los 75 euros por cuatro horas para el título básico y los 400 por 12 horas para el de capitán. El coste de las clases teóricas es superior: desde 250 hasta 1.000 euros, según la categoría.

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