Muere un niño de tres años en Castellón al arder su casa cuando sus padres no estaban

El lamento de una madre ensordeció ayer el barrio del Pí Gros de Castellón. Ni las sirenas de bomberos, ambulancias y policía pudieron con el dolor expresado por una mujer de 40 años que, minutos antes, había perdido al mayor de sus hijos, un niño de tres años, que murió asfixiado por el humo causado al incendiarse su propia casa. Su otro hijo, el menor, de dos años de edad, fue ingresado en el Hospital General de la capital de La Plana en estado crítico, aunque su evolución es favorable. Los dos pequeños se encontraban solos en el momento en el que se iniciaron las llamas. Su padre no se encontraba en la vivienda y su madre había salido minutos antes a comprar el pan. Los investigadores barajan la hipótesis de que el fuego comenzó después de que el niño fallecido alcanzara un mechero para jugar.

El siniestro ocurrió alrededor de las 8.30 horas de la mañana de ayer. La mujer había salido a comprar el pan, según declaró a la policía, momento en el que abandonó el barrio en el que vive, donde prevalecen las construcciones humildes y las casas unifamiliares de escasa altura. Cuando salió de la vivienda, los dos niños dormían, cada uno de ellos en un parque infantil. Minutos después, a su regreso, comprobó cómo de la casa salía humo. Comenzó a gritar en busca de ayuda advirtiendo de la presencia de los pequeños en el interior. Según fuentes municipales, uno de los vecinos acudió en su ayuda, accedió a la vivienda y sacó a los niños, que no presentaban quemaduras. Según esas fuentes, el hombre trató de reanimar a ambos niños. Con el menor, lo consiguió. Con el mayor, no. Ni él, ni los servicios de asistencia urgente que acudieron y que, durante media hora, intentaron, sin éxito, que el pequeño volviera a respirar. Mientras, una ambulancia trasladó al de menor edad al Hospital General, donde ingresó en estado crítico.

Las mismas fuentes indicaron que los padres de los niños, de 40 y 49 años, y vecinos de Onda y Vila-real, son una pareja "de origen humilde", pero no "marginal, ni desarraigada". La policía, que ha abierto una investigación para esclarecer los hechos, sostiene como hipótesis la posibilidad de que el mayor de los pequeños, el de tres años, se despertara cuando sus padres se encontraban fuera del domicilio y que, de alguna manera, alcanzara un mechero que se encontraba encima de una mesa próxima a su cuna. Al parecer, lo tomó como un juguete y prendió, según fuentes de los bomberos, una manta, el mantel y, posteriormente, algunos muebles. Pese a que el fuego no afectó totalmente a la habitación, sus escasas dimensiones provocaron que rápidamente se acumulara el humo que acabó con su vida.