_
_
_
_
_
Reportaje:BALONMANO

Seleccionador de urgencia

La gestora de la federación se anticipa a las elecciones de diciembre y elige a Juan Carlos Pastor, técnico del Valladolid, para el Mundial 2005

Juan Carlos Pastor (Valladolid 1968), entrenador del Balonmano Valladolid, se encontró el jueves pasado con una recompensa a una trayectoria impecable en el lugar más insospechado: un equipo pequeño, escaso de presupuesto, que en épocas se ha encerrado en un vestuario para decir que había deportistas jóvenes que llevaban meses sin cobrar un duro. La recompensa, el cargo de seleccionador español, tiene fecha límite, la del final del Mundial de Túnez en los meses de enero y febrero de 2005, y la noticia ha sacudido la campaña electoral de la Federación Española de Balonmano. Un candidato, el presidente saliente, López Ricondo, es el autor del nombramiento aunque ya sólo dirige la Junta Gestora que prepara las elecciones. El otro candidato, Chechu Fernández, con precontrato firmado con Valero Rivera, ya ha criticado la medida.

Chechu Fernández, que tiene un precontrato con Valero Rivera, ha criticado la medida

Pastor comenzó en el balonmano donde lo hace todo el mundo en Valladolid, en el Colegio San Viator, filial del Balonmano Valladolid. Coincidió allí con Raúl, el capitán del equipo, con Jaime González, el actual presidente del club y hermano de Raúl. Dirigía equipos de chavales los sábados por la mañana y por la tarde defendía la portería del primer equipo. Cuando se retiró, Manolo Cadenas le reclutó como segundo entrenador. Eran tiempos muy complicados, en los que no había patrocinador, los jugadores yugoslavos se marchaban hartos de no cobrar y los nacionales malvivían en un club a la deriva. La situación la remedió Andrés Martín, aquel empresario que siendo presidente del Real Valladolid cesó a Maturana y acto seguido dimitió cumpliendo una promesa. Cuando Cadenas se marchó a León, Andrés Martín le regaló a Pastor el banquillo. Con poca experiencia, con solo veintiséis años, comenzó a dirigir a los que habían sido sus compañeros de equipo y casi de colegio.

Con Pastor, el Balonmano Valladolid no ha bajado nunca de la sexta plaza en Liga, pero además ha llegado a todas las finales de los campeonatos que ha disputado: Copa del Rey, Copa Asobal, Recopa, EHF e incluso le alcanzó para conseguir la Copa Asobal hace dos años en Valladolid. Pastor se ha convertido en los últimos diez años en un especialista en rehacer el equipo cada pretemporada. En su vestuario se han formado Iker Romero, Fernando Hernández o Juantxo Pérez. "Al final uno se acostumbra a que lo que haces un año caiga en saco roto al final de la temporada, pero te fastidia. Lo único que tienes que hacer es levantarte cada día y volver a trabajar", asegura Pastor que tiene una química especial con sus jugadores porque "somos compañeros de trabajo más que otra cosa con la sola diferencia de que a mí me toca tomar las decisiones".

Hasta el pasado jueves nunca había tenido ofertas de un equipo grande. Y de pronto es nombrado seleccionador nacional en medio de una polémica enorme entre los candidatos a la presidencia de la federación. Pero a Pastor nadie le quita la ilusión aún cuando podría darse la paradoja de que el 20 de diciembre, si López Ricondo no es el elegido, ni siquiera llegaría al mes en el cargo: "La vida es así, asumo la situación pero a mí la sonrisa no me la quita nadie".

Juan Carlos Pastor, en un entrenamiento del Valladolid.
Juan Carlos Pastor, en un entrenamiento del Valladolid.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_