Hacienda recurre a deuda de tesorería para paliar un déficit de 700 millones en 2003

Las cuentas de la Generalitat para 2003 se liquidaron con un mínimo desequilibrio entre los gastos y los ingresos de apenas cuatro millones de euros. Pero la cuenta general del ejercicio pasado, publicada el martes en el DOGV, revela que la emisión de deuda prevista inicialmente en poco más de 100 millones de euros se había elevado hasta 714 millones a finales de año. Un portavoz de Hacienda dijo que la "deuda de tesorería" no es comparable a la de deuda pública que emite el Instituto Valenciano de Finanzas sino que responde a un mecanismo de gestión "automático".

Miguel Mazón: "Nos endeudamos hasta las pestañas para pagar gasto corriente"

Las cuentas del presupuesto se cuadran con la resta de gastos e ingresos, como las de cualquier economía doméstica. Pero en las cuentas públicas el movimiento real de moneda no altera la situación, una expectativa de ingreso es tan efectiva como dinero en mano a la hora de liquidar el presupuesto.

Los gastos, en ciertas áreas, suelen dispararse. El presupuesto inicial de la Sanidad para 2003, por ejemplo, era de 3.200 millones de euros, más de un tercio del presupuesto total. Y a finales del ejercicio los gastos totales de Sanidad sumaban 3.750 millones de euros.

Los ingresos, sin embargo, no suelen crecer en la misma proporción. El recurso a la deuda es la vía más fácil para elevar la partida de ingresos. Así, Hacienda multiplicó por seis los ingresos derivados de la emisión de la deuda prevista en 2003 desde 107 hasta 714 millones de euros y logró cerrar el presupuesto con un ligero desfase de sólo cuatro millones en la liquidación oficial.

La cuenta general revela, efectivamente, que el resultado presupuestario del ejercicio pasado arrojaba un saldo negativo de 701 millones. Y apunta a continuación una variación neta de pasivos financieros -deuda- de 697 millones que permite cifrar el saldo negativo final en sólo cuatro millones

Un portavoz oficial de Hacienda aseguró que la "deuda de tesorería", el desfase de caja, se soporta sobre ingresos pendientes de cobro de la Unión Europea o el Estado, esencialmente, y no es equiparable a la deuda que emite el Instituto Valenciano de Finanzas, a corto o a largo plazo, sino que responde a un mecanismo "automático" de gestión. "Los gastos de la nómina de funcionarios, los intereses de la deuda, la factura de Farmacia o los gastos de las universidades se pagan puntualmente", explicó el portavoz, "pero los ingresos procedentes de la Unión Europea o el Estado, por ejemplo, se retrasan más de lo debido y nos obligan a recurrir a la deuda de tesorería".

Las buenas palabras del portavoz oficial contrastan con la lectura que Miguel Mazón, que fuera secretario general de la Consejería de Hacienda del último Consell socialista, hace del aumento de ingresos en el capítulo de pasivos de financieros. "Francisco Camps es más tramposo que Eduardo Zaplana", aseguró Mazón, "nos endeudamos hasta las pestañas para pagar gastos corrientes en una operación que incumple, a todas luces, la ley de estabilidad presupuestaria". Mazón, miembro de la ejecutiva del PSPV, vaticina que el informe de la Sindicatura de Comptes "confirmará que el déficit del presupuesto de 2003 fue de 700 millones". También sugirió que la pasividad de los responsables de las arcas de la Generalitat hacia el Gobierno central, que contrasta con la beligerancia de otras autonomías que ya han exigido revisiones del modelo de financiación, se debe a las "trampas" que han cometido.

La próxima semana está prevista una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que congrega a los responsables de Hacienda del Gobierno y cada una de las comunidades autónomas, donde está previsto que la Intervención General del Estado confirme sus evaluaciones sobre el déficit real de cada una de las autonomías.

La Comunidad Valenciana arrastra un déficit de 900 millones de euros según la contabilidad nacional -una cuenta que incorpora las entidades y empresas públicas- que el consejero de Hacienda, Gerardo Camps, ya ha admitido.

El mismo portavoz oficial de Hacienda aseguró ayer que al menos una docena de comunidades autónomas arrastran problemas similares. Y reiteró que la deuda de tesorería de la Generalitat no se acumulará a ese desfase.