_
_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Progresa adecuadamente

En EL PAÍS del 16 de junio fue publicada una carta por el profesor don Emilio Garoz Bejarano, de Madrid, en la que refleja como un espejo la triste y penosa imagen de las condiciones profesionales que los profesores estamos padeciendo y a cuyos tintes, más que sombríos, se podrían añadir algunos más.

Es realmente decepcionante observar las actitudes de nuestros políticos, que están instrumentalizando la educación como arma arrojadiza de unos contra otros, aunque eminentes intelectuales y profesionales hayan emitido juicios, no ideológicos ni politizados, sino sencilla y llanamente de sentido común (algunos de ellos recogidos en la ya derogada LOCE y otros, por supuesto, discutibles). El final de curso más confuso y caótico no ha podido ser. La última de las sinrazones es el examen extraordinario de septiembre, que en la comunidad autónoma andaluza se decidió que fuese en junio, dos días después de haberse celebrado la última evaluación. Para más inri, la opinión más generalizada es que, como los profesores no queremos trabajar, es más cómodo para nosotros realizar estos exámenes en junio y así acabar cuanto antes. Sobre este tema ya ha habido artículos interesantes publicados, y no es necesario insistir más. Creemos que, al igual que se realizó un Pacto de Estado contra el Terrorismo, la sociedad española está demandando a voces un Pacto por la Educación.

El fracaso escolar de nuestros alumnos es indiscutible y fácilmente comprobable, basta observar el nivel en los resultados de la selectividad, aunque afortunadamente existan brillantes excepciones. Difícilmente se puede lograr en dos años de Bachillerato el nivel exigido para entrar en la Universidad. No digamos cómo salen nuestros alumnos del segundo ciclo de la ESO. Además de un tanto por ciento muy elevado que no alcanza el graduado escolar, otros abandonan el centro a los 16 años en una situación casi de analfabetismo.

Las consecuencias de todo esto se pueden constatar: se están creando ya dos tipos de ciudadanos: los cultos y preparados, futura clase dirigente, y los ignorantes, incultos y fácilmente manipulables. Todo esto se evitaría si realmente les ofreciéramos una serie diferente de elecciones, según sus gustos y capacidades o habilidades, desde los 14 años a los 16. Ya, desde hace tiempo, en países europeos como Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña se impuso el sistema educativo de itinerarios, sobre todo en este último país del que, como sabemos, imitamos su sistema educativo, cuando allí ya se estaban cuestionando sus pésimos resultados. Porque, además, igualdad de oportunidades no se puede confundir con diferentes posibilidades de elección.

El presidente Rodríguez Zapatero ha manifestado en estos días que va a realizar una reforma de la Educación contando con los profesores, esperemos que con todos, y que desea dignificar nuestro trabajo. Más vale tarde que nunca. En fin, por lo menos reconoce que hay que dignificarnos. España progresa adecuadamente.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_