_
_
_
_
_

La policía cree que el ultraje al geo fue en venganza por estar insepultos los kamikazes

Ningún terrorista ha sido aún enterrado cuando el islam manda que se haga hacia La Meca

La policía está convencida de que la tumba del geo Francisco Javier Torronteras, asesinado por los siete terroristas del 11-M que se suicidaron en Leganés, fue profanada por personas del entorno de los fanáticos islamistas, en venganza porque los cuerpos de sus allegados permanecen insepultos, 15 días después de sus muertes, en contra de la tradición funeraria musulmana. Los investigadores creen que los autores de la macabra acción son tres o cuatro personas, que habían acudido antes del lunes al Cementerio Sur de Madrid para localizar la tumba del policía.

Los investigadores no han descartado aún ninguna hipótesis, pero, tras aplicar a sus pesquisas la teoría de la navaja de Ockham, se han inclinado por la hipótesis más simple: que la profanación haya sido obra de fanáticos islamistas, vinculados a los fallecidos de Leganés, que querían vengarse en el cuerpo del subinspector Torronteras por algo que, el lunes por la mañana, a los agentes se les escapaba.

Tras consultar con expertos islámicos, la policía ha sabido que los musulmanes llevan al difunto rápidamente hacia la tumba (a ser posible en las 24 horas siguientes a la muerte) para acelerar su felicidad y para que se libre rápidamente de sus pecados, si los tiene. La jinaza (entierro u oficio fúnebre) se lleva a cabo una vez que el cuerpo ha sido sometido a baños rituales (gusul) y amortajado, se han rezado las plegarias y se ha cavado el sepulcro según unas reglas tasadas. El cuerpo debe ser enterrado con un sudario, y en sentido perpendicular a la Quibla (es decir, en dirección hacia la Meca).

Ninguno de los siete cadáveres de los suicidas de Leganés ha cumplido ninguno de estos ritos, que se consideran un deber colectivo de los musulmanes (fard kifaia). Por ello, los investigadores creen, y así lo están investigando, que personas del entorno de los terroristas muertos en Leganés haya podido cometer un doble acto de venganza, uno desenterrando el cadáver (impidiéndole del descanso) y otra, quemándolo, lo que le privaría de "entrar en el paraíso". Por contra, la profanación de tumbas está prohibida en la religión musulmana, motivo por el que los agentes no descartan otras líneas de investigación.

Algunos allegados de los suicidas de Leganés ya se habían quejado de que aún no han podido retirar los cuerpos de los suicidas del Instituto Anatómico Forense, entre otros motivos porque hasta anteayer no habían sido identificados dos de los siete kamikazes (los hermanos Rachid y Mohamed Oulad Achka). De hecho, todavía hay un cuerpo sin nombre.

La policía está convencida que los profanadores fueron entre tres y cuatro y que, antes de cometer la salvajada, acudieron al cementerio para preguntar por la localización de la tumba de Torronteras, enterrado el día 4. Los delincuentes llevaban consigo una carretilla de mano, una pala y un pico sin mango, con los que reventaron la lápida. La agencia Efe asegura que el cadáver del geo fue incinerado ayer en el cementerio de La Almudena, adonde fue trasladado desde el Instituto Anatómico Forense.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Un camarógrafo filma el lugar en el que fue profanado e incendiado el cadáver del geo asesinado.
Un camarógrafo filma el lugar en el que fue profanado e incendiado el cadáver del geo asesinado.SANTI BURGOS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_