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"Quien entiende sabe lo que vi y pité"

Tristante, el árbitro del Madrid-Valencia, considera que no se equivocó al señalar el penalti

El árbitro Pedro Tristante Oliva se ha convertido en el centro de todas las críticas. El colegiado murciano, de 42 años, dirigió el domingo por la noche su primer partido en el estadio Bernabéu, el décimo en su temporada inicial en la Primera División, y salió perseguido por el escándalo: señaló en el último momento un penalti inexistente a favor del Madrid por un supuesto agarrón de Marchena a Raúl y privó al Valencia de ganar y ser el líder de la Liga.

"Cualquiera que entienda de arbitraje ya sabe lo que vi y lo que pité", se limitó a afirmar ayer Tristante en la Cadena Ser. Ha debutado este curso en la máxima categoría pese a su edad -es el cuarto mayor de los 24 que actúan en la élite-, muy tardía para tal estreno. El asistente más próximo a la jugada, Francisco Fuentes Jiménez, eludió hacer declaraciones. Tristante indicó el punto de penalti varios segundos después de que se produjese la presunta infracción de Marchena. "El árbitro estaba pálido cuando pitó el penalti. Para mí, lo hizo con toda la intención del mundo", dijo el valencianista Albelda tras el encuentro.

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Tristante recogió en su acta los incidentes posteriores: "En el minuto 89 los jugadores Vicente y Carboni fueron amonestados por protestar, de forma ostensible, una decisión mía. (...) Una vez finalizado el partido y cuando me encontraba en el túnel de vestuarios, se dirigió a mí el jugador del Valencia don Miguel Ángel Ferrer [Mista] diciéndome: 'Qué raro que no liaras ninguna'. Asimismo, el jugador del mismo club Cristóbal Emilio Torres Ruiz [Curro Torres] me dijo: '¡Vaya una vergüenza, esto es un robo!".

El colegiado arbitró en el Bernabéu su décimo encuentro en Primera con un balance de seis victorias locales, dos empates y dos triunfos visitantes. En total, ha mostrado 41 tarjetas a los jugadores del equipo anfitrión y 40 a sus rivales y ha señalado tres penaltis a favor del conjunto casero y sólo uno en su contra. Es funcionario en Murcia y también posee el carnet nacional de entrenador.

Tras la tensión, los gritos y el escándalo, en el vestuario del Valencia se alzó una voz que trató de convertir la indignación en esperanza: "El partido lo hemos ganado moralmente. Nuestra imagen ha sido de 10 y tenemos que seguir por este camino". Ésa fue la idea lanzada por los líderes del vestuario valencianista, los capitanes, Albelda y Baraja, así como Carboni, Ayala y Cañizares. También el reflexivo Pellegrino, que tiene su peso en el colectivo, comentó: "No podemos dejarnos despistar por cuestiones extradeportivas. El sábado viene el Barcelona". Sin embargo, ¿había visto Pellegrino algo así en su larga carrera? "Bueno, cuando uno es competitivo, te surgen preguntas en la cabeza", respondió el argentino.

El Valencia, en todo caso, cree haber salido reforzado del Bernabéu. Así lo piensa también su central Ayala, autor de su gol, que dijo que la actuación valencianista les reafirma en su idea futbolística.

El equipo de Rafa Benítez había preparado meticulosamente el encuentro. Y le había salido todo según los planes previstos: cerraron todos los pases interiores del Madrid y evitaron los uno contra uno de los cracks madridistas. Ronaldo fue invisible por primera vez en muchos partidos. "Lo que ha pasado es un estímulo más para nosotros", subrayó Ayala.

Al vestuario valencianista también le soprendió el estado de "nerviosismo" en el que vieron al técnico del Madrid, Carlos Queiroz. Así lo explica uno de los integrantes del banquillo ché: "Lo habíamos visto por la tele, siempre tan elegante y tan discreto, y, de pronto, lo veíamos presionando al cuarto árbitro y gritándonos a nosotros que hacíamos demasiadas faltas".

El Valencia confía ahora en su orgullo herido para seguir pisándole los talones al Madrid. En eso y en la amplitud de su plantilla, en contraste con la del Madrid, que ha disputado más partidos y que depende más de sus titulares, según la mayoría de los jugadores del Valencia. Pellegrino, en cambio, discrepa: "Ellos tienen más partidos, pero no hacen el desgaste físico que hacemos nosotros".

En el Madrid, sus jugadores sostuvieron que el penalti sí existió. "Si el árbitro pitó, es penalti y punto. Hay que respetar su decisión. Unas veces te dan y otras te quitan. Habría sido injusto que hubiéramos perdido", dijo Casillas. Y Raúl afirmó: "Marchena me agarra. Yo no me tiro".

El cuadro de Benítez ya ganó la Liga hace dos cursos pese a visitar el Bernabéu, perder (1-0) y sentirse perjudicado por un gol anulado a Ilie por el árbitro Pérez Pérez tras un inexistente fuera de juego. El Valencia se pasó toda la semana quejándose de los árbitros y luego perdió en Mestalla ante el Valladolid (1-2).

Baraja se lleva las manos a la cabeza ante Tristante.
Baraja se lleva las manos a la cabeza ante Tristante.ULY MARTÍN

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