Pablo Ruiz-Picasso vuelve a casa

El tesón de Christine Ruiz-Picasso una ceramista que entró en el circulo familiar de los Picasso en los años 50 y se convirtió en la segunda mujer de Paul, el primogénito del pintor, ha acabado por realizar un sueño que atribuye a su suegro y a su difunto marido. La creadora del Museo Picasso de Málaga ha contado con la complicidad de su hijo Bernard para reunir una colección permanente -entre obra donada y cedida por 10 años- de 204 obras, alguna de las cuales no puede ser vista todavía más que en el catálogo oficial.

Los Reyes de España van a inaugurar este mediodía un museo que es una obra de arte por su edificio, 8.300 metros cuadrados construidos en los últimos 27 meses, desde junio de 2001 hasta agosto de 2003, con un presupuesto final de 66 millones de euros, financiado por la Junta de Andalucía. Los Reyes llegarán a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, que rememora así la su primera travesía en 1928 con el rey Alfonso XIII.

Christine y Bernard culminan una iniciativa del pintor de hace 50 años

El Museo estará abierto al público desde mañana y la entrada costará 8 euros

Esta construcción, mezcla de tres estilos arquitectónicos: renacentista, barroco y contemporáneo, acoge desde hoy dos exposiciones extraordinarias: Por un lado, 115 piezas de la colección permanente, que pueden contemplarse en 12 salas del Palacio de Buenavista, y en las dos plantas de la parte nueva del conjunto puede verse una colección única de El Picasso de los Picasso, 87 obras pertenecientes a los museos Picasso de Barcelona, París y Antibes y a numerosos coleccionistas privados, especialmente de la propia familia del pintor.

Con esta primera exposición temporal el museo que hoy se inaugura quería reforzar el carácter familiar de esta pinacoteca "para que se proyecte en el futuro como 'el Museo de los Picasso', esos familiares que, a pesar de no tener la mayoría la nacionalidad española, sienten y consienten con satisfacción que el maestro sea vinculado a sus orígenes", señala la directora del Museo Carmen Giménez.

El sueño de Picasso -"una historia de amor" lo calificó Christine en una multitudinaria conferencia de prensa el pasado sábado- supone la vuelta del genio a su ciudad natal, 102 años después de que la abandonara por última vez el 28 de enero de 1901, y 30 después de su muerte. Se espera que visiten este museo unas 600.000 personas al año y que suponga un dinamizador cultural económico y turístico para Málaga de primer orden. Durante todo el día hay programadas hoy visitas de inauguración para distintas personalidades y la apertura al público está será mañana a las 10.00 horas, hasta las 20.00, que es el horario previsto de martes a jueves y domingos y festivos, que se prolongará hasta las 21.00 viernes y sábado. La entrada cuesta 8 euros.

La ciudad ha celebrado en los últimos días numerosos actos, muchos de ellos multitudinarios, en los que se ha conmemorado la llegada de Picasso de vuelta a su ciudad natal. Ha habido conciertos, pasacalles, corridas de toros, fiestas populares y se han presentado libros con documentación inédita. Además de la apertura del museo también se ha celebrado la efemérides del 122º aniversario de su nacimiento en la Plaza de la Merced, en el actual número 15, un inmueble cuyas cuatro plantas fueron compradas por el Ayuntamiento de Málaga en 1988. La Fundación Casa Natal, radicada allí, ha realizado en los últimos 15 años una labor de difusión e investigación gracias a la cual en Málaga prácticamente toda la población sabe que Picasso nació en la ciudad. En Andalucía ese porcentaje es del 53%.

La recuperación de la memoria del artista va a continuar en los próximos meses y años. El Ayuntamiento colocó el sábado la primera de una serie de placas que van a establecer en la ciudad una ruta por los lugares picassianos: Las colegios donde estudió; los liceos, museos y escuelas a los que acompañó a su padre, la plaza en la que se aficionó a los toros, el hostal en el que se hospedó en su última visita, acompañado de su malogrado amigo Carles Casagemas... Y junto a la recuperación de su obra y su figura, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, añade los valores que el pintor defendía: "La obra de Picasso tiene una componente de canto a la libertad, a la democracia, a la paz y a la convivencia".

A la consejera de Cultura de la Junta, Carmen Calvo, que ha dirigido el proyecto del museo, el final del trayecto le deja "la satisfacción del deber cumplido". La donación de Christine se gestó a partir de la exposición Picasso clásico, en 1992, con la que se inauguró el restaurado Palacio del Obispo de Málaga. Una obra en la que trabajaron por primera vez juntos los cuatro artífices del Museo Picasso: la directora Carmen Giménez, los arquitectos andaluces Isabel Cámara y Rafael Martín Delgado y el arquitecto norteamericano Richard Gluckman. Aquella exposición, para la que Christine cedió alguno de sus cuadros, le produjo una enorme emoción a la creadora del museo: "Me entusiasmó el fervor de los malagueños por Picasso, a pesar de que nunca habían visto una obra suya; esto me hizo recordar el viaje que en 1954 hice con Paul por encargo del pintor para ver las posibilidades de traer obra suya a su ciudad natal". Bernard Ruiz-Picasso ha subrayado estos días el objetivo del proyecto que empezó su madre y al que se sumó él mismo más tarde: "Se ha cumplido el sueño de mi abuelo y el nuestro también".

Seis años pasaron desde que Christine pensó por primera vez en el museo, en la exposición Picasso clásico de 1992, hasta que en 1998 se constituyó la Fundación, presidida por ella, que iba a gestionar su donación. En ese tiempo hubo algunos malos entendimientos y el proyecto estuvo en el aire. Pero la compra del edificio del Palacio de Buenavista en 1997 desbloqueó definitivamente la situación.

El descubrimiento de unas ruinas fenicias en los sótanos del palacio y las sucesivas donaciones y cesiones de Christine y su hijo fueron ampliando la dimensión del museo, para el que se compraron hasta 18 casas. Se han dejado unos 300 metros cuadrados en el sótano para que se puedan visitar las ruinas arqueológicas fenicias, romanas y medievales. El estudio de estos restos ha permitido establecer una nueva fecha de fundación de la ciudad, hace 27 siglos. Los más antiguos restos de Málaga sirven de soporte para la obra del más moderno de los artistas del siglo XX, en un museo del siglo XXI.