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Madrid registró 392 muertos más este agosto que en 2002

Sanidad aduce que no da "cifras sueltas" y presentará su estudio en breve

La ciudad de Madrid registró el pasado agosto 392 muertos más que en el mismo mes de 2002, lo que supone un incremento del 20,75%, según datos del Registro Civil. El aumento es algo menor si se toma la media de los últimos siete años, pero en todo caso llamativo: un 15,5%. El Ministerio de Sanidad, que de momento cifra en 112 las defunciones atribuidas al calor, anuncia que la semana próxima hará públicos sus datos globales. Mientras, prefiere no dar "cifras sueltas" o "datos sesgados".

Las defunciones en todo el verano suben un 13% respecto a la media de los últimos años

La media de muertos en la ciudad en los tres meses de más calor (se han tomado junio, julio y agosto) en los últimos siete años fue de 6.112, frente a los 6.947 de este verano, el de la más prolongada canícula de que se tiene constancia, lo que supone un aumento total de las muertes en verano del 13,66%.

Y respecto a la media de agosto de esos siete años (1.975 fallecidos), el mes pasado se incrementó un 15,49%.

En el municipio de Madrid, con algo más de tres millones de habitantes, la población creció desde 1996 en 149.938 personas, según los datos del padrón, (un 5,2%). El grupo de ciudadanos mayores de 65 años estaba integrado en 2001 (último dato disponible) por 61.598 personas más. Si en 1996 el 18% de los madrileños pertenecían a la llamada tercera edad, en 2001 ese porcentaje subió al 19,54%, con un ligero descenso respecto al año anterior.

Probablemente gracias a la inmigración, el proporción de mayores sobre la población total de la capital apenas ha aumentado en los últimos años, según los últimos datos disponibles.

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Esto es, la tendencia al envejecimiento de la población no sería tan acusada en principio como para explicar un incremento de las defunciones tan significativo. Además, la tasa de mortalidad (ésta referida a toda la Comunidad de Madrid) ha experimentado pocas variaciones.

Estos datos (todos proceden o del Registro Civil o del Instituto Nacional de Estadística) se sitúan en la línea ascendente de defunciones ocurridas durante la ola de calor a tenor de las cifras recabadas por este diario a través de sus corresponsales, cuyos resultados eran prácticamente calcados de los suministrados por las funerarias semanas antes.

Una muestra realizada sobre una población que suma 8.000.579 habitantes (el 20,55% del total de España) de dos comunidades autónomas completas (País Vasco y Navarra) y 27 ciudades más, arrojaba 1.092 fallecidos más sólo en la primera quincena de agosto, respecto al mismo periodo del año anterior, lo que implica un incremento del 34%. Si ese aumento medio se mantuviese homogéneo en todo el territorio, el número de muertos entre el 1 y el 15 de agosto pasado hubiese ascendido a 5.313.

Sin embargo, ese incremento de defunciones varía en España de manera más que significativa y en principio no guardaría relación con el ámbito geográfico estudiado. Es decir, no han muerto más personas en las zonas menos acostumbradas a las altas temperaturas (en Vitoria aumentaron un 118% pero en Huelva un 136,5%, según esos mismos datos).

En Francia, cuyo Gobierno reconoce abiertamente que los efectos de la ola de calor sin precedentes (se batieron récords de temperatura en muchas ciudades y como sucedió en España la canícula parecía no tener fin) produjeron 11.435 muertes adicionales en las dos primeras semanas de agosto respecto al mismo periodo de 2002, el director general de Sanidad tuvo que dimitir al constatarse que el sistema de salud no había estado a la altura del problema.

Las autoridades portuguesas cifraron en 1.316 las muertes adicionales entre el 1 y el 12 de agosto y las británicas registraron 907 muertes más en sólo una semana que la media de los últimos años.

Pero en España el Gobierno no ha hecho públicos aún datos sobre el asunto, pese a que no niega (tampoco lo afirma) que tenga ya las cifras que han recabado sus funcionarios en los registros civiles. Un portavoz de ese departamento explicó a este diario que también los encargados de recabar esa información, así como otras referidas al ámbito estrictamente sanitario, se han encontrado con problemas para acceder a los datos.

El informe encargado por el Ministerio de Sanidad al Instituto Nacional de Epidemiología del Instituto de la Salud Carlos III el pasado 14 de agosto debería haber estado finalizado en dos semanas, según se había anunciado.

El portavoz del departamento que dirige Ana Pastor informó ayer de que la semana que viene, el miércoles o jueves, se ofrecerán "todos los estudios que está haciendo el ministerio" sobre los efectos del calor en la salud de los ciudadanos. Mientras tanto prefieren no dar "cifras sueltas" o "datos sesgados".

Hasta el momento la única información sobre los fallecimientos durante este verano que ha proporcionado Sanidad se limita a las defunciones por golpe de calor o patologías previas agravadas que le han suministrado las comunidades autónomas y que el pasado 3 de septiembre ascendían a 112.

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