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Reportaje:

Una inmersión entre ballenas

El Museo del Mundo Marino invita a conocer la cara sumergida de Doñana junto a la playa de Matalascañas

El Museo del Mundo Marino, ubicado en el centro del Parque Dunar de Matalascañas (Almonte, Huelva), introduce al visitante en el lado sumergido de Doñana. Le invita a conocer la cara oculta de este emblemático paraje: la Doñana que descansa bajo los 33 kilómetros de costa y que entraña un modo de vida, aún hoy, en muchos aspectos desconocido porque se la caracteriza más por vertebrados terrestres como el lince.

Enclavado en pleno parque dunar, el centro es un espacio de interpretación de la vida bajo el agua del entorno del golfo de Cádiz y parte de la costa onubense, que alberga réplicas a tamaño natural de animales que pueblan los fondos marino e impresionantes esqueletos reales de 13 especies de cetáceos varados en el litoral. La visita se puede completar con alguna ruta por el parque dunar, que ocupa 140 hectáreas rodeadas de pino y zonas de sabinar bien conservadas.

Dentro del museo impresiona el esqueleto de un rorcual madre -una ballena gigantesca-, que pesaba 50.000 kilos, que pende del techo. Además, el museo contiene la primera exosfera de España, un ecosistema marino autosuficiente que es el resultado de una investigación puntera de la NASA concebida para los viajes espaciales de gran duración. Una joya para los responsables del museo.

La exosfera, que reposa en un acuario en un rincón privilegiado del museo, lleva tres años sin que nadie la haya manipulado. El recipiente contiene un trozo de piedra volcánica, numerosos ejemplares de krill -una especie de crustáceo pequeño semejante al camarón-, una bacteria y luz artificial. Estos tres elementos son suficientes para reproducir la fotosíntesis y recrear a pequeña escala un mundo con vida propia. "Reproduce todos los acontecimientos que tienen lugar en la Tierra. En un principio puede resultar un simple acuario con unas gambas caprichosas, pero cuando se explica al visitante que durante tres años nadie ha cambiado el agua o dado de comer a esos pequeños animales, que es autosuficiente sólo por la luz, entonces la expresión de los ojos se hace grande. Es sorprendente", explica Sánchez.

En el interior del museo hay cinco salas temáticas denominadas Las Dunas, La Mar, Barcos y Rutas y la de Cetáceos. La primera de ellas, dedicada a las dunas, justifica la posición del museo que se halla en el corazón del parque dunar. En esa sala se explica por qué se mueven las dunas, por qué sedimentaron y se muestra la fauna y flora característica de ese espacio. En la sala de los Cetáceos cuelgan a tamaño natural las réplicas y los esqueletos reales de los cetáceos que han varado en la costa. El Mar es un departamento donde se muestran investigaciones oceanográficas, se explica la dinámica del océano y de los fondos marinos. Es también un espacio de carácter etnológico. Se exhiben las artes de pesca tradicionales del golfo de Cádiz. La antigua caza de ballenas, la almadraba y también los métodos actuales.

Hay un último departamento, Barcos y Rutas, dedicada a la carpintería de ribera: la construcción de barcos a mano. Todavía quedan algunas personas que se dedican a ese oficio en extinción. Uno de ellos reside en Isla Cristina y ha construido el barco que se expone en el museo. Por último, hay una sala reservada para proyectar audiovisuales, donde se puede ver un documental del desastre del Prestige. "Pensamos que tenía razón con la temática del museo y supone una llamada de atención a los visitantes", indica Pedro Sánchez.

La visita está acompañada en todo momento de los sonidos originales de los cetáceos que ayudan a entender el recorrido. El propio edificio es muy acogedor. Está forrado de madera: desde el suelo, que son adoquines de madera de ocho centímetros de grosor, hasta el techo.

Juan Sánchez y Ana Aznar, de 58 y 56 años, respectivamente, son un matrimonio de Elche (Alicante). Es su segunda visita al museo desde que llegaron a Matalascañas de vacaciones. Les ha impresionado. "El fondo del mar provoca sensación de misterio, pero cuando te lo explican llegas a entender que resulta un mundo muy cercano al nuestro. Entonces ya no te parece tan oscuro, sino brillante", aduce Juan Sánchez. Y añade: "Me he alegrado mucho de conocer esto. Muchas veces por pereza te quedas viendo la tele o jugando a las cartas con los amigos y pierdes la magnífica oportunidad de ver esto". La sensación en el museo es tan real que Ana Aznar asegura que le ha parecido "estar dentro del mar". "Ahora me pregunto cómo pueden navegar ballenas tan gordas por aquí", concluye.

Horario: de 10.00 a 14.00, de 18.00 a 21.00, de martes a sábado. De 10.00 a 14.00 domingo. Tarifas: 5 y 3 euros. Mayores de 65 y menores de 14, gratis. Información: 959 430 019. Parque Dunar, carretera Matalascañas-Mazagón (Almonte). Km 0,5.

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