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Un precoz virtuosismo

El saxofonista Federico Coca accede al Conservatorio de París

Ginés Donaire

Federico Coca García es consciente de que tiene un don. Con sólo 20 años, ya puede presumir de ser el primer saxofonista español que ha accedido al Conservatorio Nacional Superior de Música de París, un privilegio que comparten otros 11 jóvenes músicos de todo el mundo. De alguna manera, su llegada a la que está considerada la cuna del saxofón clásico ha sido la consecuencia lógica de una trayectoria jalonada de éxitos y que ha seguido una línea imparable desde que, con sólo 10 años, empezara sus estudios en el Conservatorio Elemental de su pueblo, Huelma (Jaén).

Tras su primer año en París, Coca ha vuelto a su tierra, aunque no con ganas de descansar. Sus ansias por ejercer de concertista le fluyen de forma constante. "Mi pasión es poder dar conciertos en cualquier lugar, porque en el conservatorio se enfoca la formación más hacia la enseñanza que para ser concertistas", comenta. Ayer, sin embargo, quiso hacer un alto en el camino para agradecerle a la Diputación de Jaén la confianza que depositaron en él cuando le concedió una beca de 1.800 euros además de una gira de conciertos por varios municipios de la provincia.

Cuatro años después de iniciarse en el saxo clásico, muy diferente al saxo del jazz, Federico Coca se hizo con el primer premio del Concurso Internacional para Jóvenes Solistas celebrado en Alicante, y hace tres años obtuvo el premio especial en el Concurso Europeo para Jóvenes Saxofonistas de Gap (Francia). Entre medias, han sido numerosos los galardones alcanzados tanto en el grado elemental, como en el medio y el superior, que cursó en Jaén, Granada y Madrid, respectivamente.

En 2001, cuando obtuvo el premio extraordinario de fin de carrera en sus estudios de grado superior en el Conservatorio de Madrid, con el profesor Francisco Martínez, ya se sabía que Federico Coca apuntaba alto, muy alto.

De hecho, poco después fue invitado a ofrecer conciertos en Alemania de la mano del profesor Heinrich Schiff. Tras un año de preparación en Lyon, en febrero de 2002 hizo realidad su sueño y accedió al Conservatorio de París para estudiar el ciclo de formación superior con el profesor Claude Delangle. Ahora forma parte de un cuarteto de saxofones nacido en el mismo conservatorio parisino, y ya ha grabado dos discos compactos, uno de ellos con la formación creada para acompañar a Vincent David en la obra Recit.

Coca permanecerá dos años más formándose en París antes de volver a Andalucía. Aunque le fascina el mundo de la interpretación también es consciente de las pocas oportunidades que ofrece este instrumento, que nació en 1840 y que no forma parte de la plantilla general de una orquesta.

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En las partituras de los grandes genios de la música, como Beethoven o Mozart, no aparece el saxofón, y fueron otros compositores como Debussy o Berlioz los que empezaron a introducirlo. "Eso nos estimula para buscar nuevos repertorios", indica el joven músico jiennense, cuyo virtuosismo con el saxo le ha servido para ser uno de los pocos agraciados por las becas de la Fundación La Caixa y la Fundación Musical Yamaha en Europa.

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