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La Caja de Jaén adapta sus estatutos a la Ley Financiera

Ginés Donaire

La asamblea general de la Caja Provincial de Ahorros de Jaén aprobó ayer sus nuevos estatutos y reglamento interno para adaptarse a la Ley Financiera estatal de noviembre de 2002 y, al mismo tiempo, a la Ley andaluza de Cajas. El cambio más significativo es la limitación de la representación pública en sus órganos de gobierno, que no podrá rebasar el 50%, cuando la anterior legislación andaluza situaba el porcentaje en un 65%.

En el caso de la entidad jiennense, la representación de los trabajadores pasa del 7% al 15%, los impositores pasan de cuatro a cinco representantes y el cupo destinado a otras organizaciones (colectivos vinculados a la obra social de la entidad) se sitúa en el 8%. Además, debido al aumento del balance económico de la Caja de Jaén, cifrado en unos 360 millones de euros, la asamblea pasará a contar con 120 consejeros.

El presidente de la Caja de Jaén, José Antonio Arcos, reconoció que con la actual reforma estatutaria "será imposible contar con mayorías absolutas y eso obligará al consenso entre todos los miembros del consejo".

De otro lado, la Caja de Jaén aprobó el Código de Conducta de la entidad, también en consonancia con la enmienda a la Ley de Acompañamientos de los Presupuestos de 2003 con la que se adaptó la Ley andaluza de Cajas. Este código detalla la política de retribuciones de los directivos y los conflictos de intereses de los miembros de los órganos de gobierno. "Ahora que se están cuestionando tantas posiciones empresariales, se impone la necesidad de un buen gobierno, es decir, no se puede confundir lo particular con lo de la Caja", destacó Arcos Moya.

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