El teatro María Guerrero se reabre con 'Historia de una escalera'
Victoria Rodríguez, viuda de Buero, interviene en el montaje del Centro Dramático Nacional
Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo (Guadalajara, 1916-Madrid, 2000), ha sido la pieza elegida por Juan Carlos Pérez de la Fuente, director del Centro Dramático Nacional (CDN), para reinaugurar hoy el teatro María Guerrero, de Madrid. Este espacio ha sufrido, durante los últimos tres años, una profunda reforma tras descubrirse que además de estar comido por las termitas, el coliseo tenía un grave defecto en su estructura original.
Tres años de obras y 8,5 millones de euros han transformado el teatro María Guerrero, sede del CDN, en uno de los coliseos "más bellos y dotados de Europa", en palabras de Andrés Amorós, director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, quien ayer acompañó a Pérez de la Fuente y a todo su equipo en la presentación de Historia de una escalera, obra emblemática de Buero Vallejo, con la que se dio a conocer en 1949, y que apenas se ha montado en estos años. "Era una deuda con el teatro y con Buero que había que pagar, sobre todo por la gente joven, que ha leído la pieza y en cambio no la ha visto nunca en los escenarios", señaló Pérez de la Fuente, quien ayer se mostró emocionado al ver que por fin llega el día en el que lleva pensando desde junio de 2000: "Hemos deseado tanto esta fecha que no termino de creérmelo".
El director tenía en la cabeza, desde hace muchos más años, poner en escena esta obra. Era el propio Buero Vallejo quien le ponía más reticencias, ya que durante años el autor de En la ardiente oscuridad quería librarse de lo que para él era el peso del gran éxito de Historia de una escalera, obra con la que nace en España el género dramático del realismo simbólico. "Fue justo cinco días antes de la muerte de Buero [acaecida el 29 de abril de 2000] cuando por primera vez me dijo que sí podía montar su primera obra, una pieza en la que la palabra de Buero Vallejo está viva porque la materia en la que escarba no es otra que la de los sentimientos humanos", afirmó ayer el director del CDN.
Pérez de la Fuente ha contado para esta puesta en escena con la escenografía del arquitecto Óscar Tusquets, la composición musical de Tomás Marco, el vestuario de Javier Artiñano y un gran reparto para esta obra intencionadamente coral, tanto en su origen literario como en la concepción escénica que de la misma se ha llevado a cabo. Entre los 19 actores que partipan en el montaje se encuentran, además de Victoria Rodríguez, viuda de Buero Vallejo, Vicky Lagos, Petra Martínez, Carlos Álvarez-Novoa, Yolanda Arestegui, Alberto Jiménez, Mónica Cano y Cristina Martos.
Victoria Rodríguez no ocultó ayer que para ella no es cómodo trabajar en una obra de su marido: "Hay una responsabilidad añadida, y también una carga emocional, porque en este teatro le conocí y aquí me despedí de él", dijo la actriz, quien también espetó con humor, cuando se hablaba de que para los directores es más cómodo montar obras de autores fallecidos: "El muerto también da la lata", en referencia a que están los herederos, en este caso ella y su hijo Carlos.
"Estamos ante una obra de las grandes de la literatura dramática, como otras de Chéjov, Lorca o Miller", dijo ayer Pérez de la Fuente, quien, para huir del posible costumbrismo en el que se puede caer a la hora de la puesta en escena, ha sustituido elementos realistas, como las barandillas, por tubos de cañerías.
Historia de una escalera se representará en Madrid lo que queda de temporada, unos dos meses, pero volverá al reformado coliseo en septiembre, ya que las obras han impedido que se estrenara en febrero, tal y como estaba previsto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.