Daniel Patrick Moynihan, diplomático y ex senador demócrata de EE UU
Daniel Patrick Moynihan, ex senador demócrata, diplomático, profesor y colaborador de cuatro presidentes, demócratas y republicanos que confiaban en su brillante intelecto, falleció el miércoles en Washington a consecuencia de las complicaciones de una apendectomía. Tenía 76 años.
Moynihan fue un diamante durante casi un cuarto de siglo en el Senado de Estados Unidos, al que llegó en 1977 tras una intensa carrera política veteada de diplomacia, como embajador en Nueva Delhi y en la ONU.
Dejó la Cámara alta en el año 2000, para ser sustituido por Hillary Clinton, quien fue la que comunicó la noticia en la sala de plenos: "Hemos perdido a un gran americano, un senador extraordinario, un intelectual y un hombre de pasión que entendía todo lo que de verdad hace este país".
El senador por Nueva York había llenado durante horas la misma sala con un estilo y una oratoria más propios del profesor universitario que también fue que de un político al uso. Tartamudeos, dudas y silencios eran seguidos de derroches verbales y de ideas. Con el tiempo llegó a presidir el crucial comité de Hacienda, desde donde llevó a buen puerto los planes fiscales de Bill Clinton.
El intelecto de Moynihan y sus ideas visionarias le permitieron colaborar en posiciones de confianza en las Administraciones de cuatro presidentes, tras empezar como adjunto de Trabajo con John F. Kennedy y seguir con Lyndon B. Johnson, Richard M. Nixon y Gerald R. Ford.
Propuestas o informes suyos provocaron sacudidas nacionales como cuando, al servicio de Johnson, alertó en 1965 sobre el riesgo que para las familias negras suponía el creciente número de hijos de madres solteras o como cuando, en tiempos de Nixon, propuso una política de "abandono benigno" de las minorías, ideas que le cargaron injustamente con una etiqueta de racista.
Desde el Senado defendió luego políticas sociales progresistas de ayuda y compasión para con los más débiles, con intensas defensas de la Seguridad Social y sonoras críticas de los intentos de limitarla. Recortes presupuestarios aprobados a petición del presidente Ronald Reagan en 1981 fueron condenados por el senador: "En tres días hemos liquidado 30 años de legislación".
Como pionero intelectual, Pat Moynihan no se dejaba encasillar con facilidad en una u otra ideología, lo que llevaba muy a gala. En su despacho colgaban enmarcadas las portadas de sendas revistas. Moynihan: La conciencia de un neoconservador, titulaba una en 1979. Pat Moynihan, el neoliberal, decía la otra portada de dos años después.
Siempre fue un acerbo crítico de la Unión Soviética, sobre cuya expansión clamó sin descanso en todos los foros y cuya caída llegó a predecir en 1980: "Puede que el acontecimeinto definidor de la década sea la ruptura del imperio soviético". También defendió infatigablemente los intereses de Israel.
Moynihan nació en Tulsa (Oklahoma) en una familia de clase media, que quedó en la ruina cuando el padre la abandonó cuando el niño tenía diez años. El pequeño Daniel tuvo que limpiar zapatos en Nueva York para ayudar a la precaria economía doméstica.
Se enroló en la Marina, en la que sirvió durante la Segunda Guerra Mundial. Completó sus estudios universitarios en la London School of Economics con una beca Fullbright en Inglaterra y de vuelta a Estados Unidos enseñó en varias universidades, Harvard incluida, en campos que tenían que ver con la planificación urbana y la política.
Escribió una veintena de libros sobre esos asuntos y otros como el Derecho Internacional o el secreto en el Gobierno.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.