Aznar cree que Irak será "pronto liberada" y España habrá asumido su "responsabilidad"
El presidente acusa a los que se oponen a sus tesis de carecer de razones "morales y legales"
José María Aznar pronosticó ayer que "pronto", "dentro de muy poco", el "pueblo iraquí se verá liberado después de tantos años de tiranía y torturas". Para ese próximo futuro, el presidente del Gobierno expresó un deseo: "Ojalá los españoles podamos decir orgullosamente: 'Fuimos capaces de asumir serenamente, tranquilamente, nuestra responsabilidad". Aznar defendió que su posición en esta crisis es la más incómoda, pero está en "el campo de la razón, de la libertad, del derecho y de la justicia". Y los que mantienen la posición contraria no pueden esgrimir, dijo, razones "morales ni legales".
Una docena de personas con pancartas contra la guerra increparon a Botella
El presidente del Gobierno irrumpió ayer por sorpresa en un acto organizado por su partido en un hotel madrileño para defender la posición del Gobierno en la crisis de Irak. No se veían las estrictas medidas de seguridad con las que los servicios de Moncloa rodean los actos en los que Aznar interviene. Llegó precedido de la ministra de Exteriores, Ana Palacio, quien tampoco estaba anunciado que participara en un debate que incluyó el relato de dos kurdos y de dos mujeres iraquíes sobre los horrores sufridos por sus familias bajo el régimen de Husein. Los cuatro detallaron ante Aznar los abusos sufridos. El presidente contestó dos preguntas del público y fue despedido con los acordes de Blowin' in the wind de Bob Dylan.
Aznar lanzó varios mensajes de futuro próximo en un escenario que recordaba al plató de televisión en el que el primer ministro británico, Tony Blair, mantuvo un debate con jóvenes. Los jóvenes, aquí, eran de Nuevas Generaciones. El público se completaba con otros militantes populares no tan jóvenes, por periodistas y, al llegar el presidente, por el séquito que suele acompañarle. Éstos fueron sus mensajes: "Espero y deseo que dentro de muy poco el pueblo iraquí pueda tener una expresión de libertad, por fin, después de tantos años de tiranía y torturas. Ojalá el pueblo iraquí vea pronto la libertad y ojalá en ese momento los españoles podamos decir orgullosamente: 'Fuimos capaces de asumir serenamente, tranquilamente, nuestra responsabilidad".
Aznar no explicitó en qué consistirá tal asunción de responsabilidades, pero dio pistas: "Hace falta coraje y determinación. Siempre es más fácil ponerse del lado que sopla el viento y no asumir compromisos. Pero eso no es mejor moralmente ni es mejor políticamente". Para aclarar ese dilema "moral y político" hizo una serie de preguntas: "¿Cuál es la dificultad que pueden tener algunos?". "¿Cuántas víctimas podemos necesitar para reaccionar?". "¿Cuántas para decir que es bueno que la legalidad internacional se aplique y es bueno presionar para desarmar a los tiranos?". Y llegaron sus respuestas: "¿Hay alguna dificultad de tipo moral? Sinceramente no lo creo. ¿Es una dificultad de tipo legal? Tampoco lo creo".
Para España, además, el dilema está escorado por "tantos años bajo la amenaza del terrorismo". Esa experiencia hace que, según Aznar, los españoles no puedan "aceptar ni política ni moralmente mirar hacia otro lado". Además, Aznar ve su posición "en el campo de la razón, de la libertad, del derecho y de la justicia".
El presidente asumió que algunos no se dan cuenta y hoy volverán a manifestarse contra la guerra. Se refirió a ellos como "personas de buena fe" que "pronto", cuando conozcan "todos los crímenes que ha cometido Sadam Husein, quedarán horrorizados". Y entonces comprenderán "que había que hacer cosas, que se hicieron, y que fueron positivas para liberar al pueblo iraquí de la tiranía sanguinaria que soporta".
Aznar dio por demostrada la existencia de armas de destrucción masiva (ADM) en manos de Sadam Husein, y por acreditados "los contactos" de ese régimen con el terrorismo. ¿Quién ha podido facilitar esas armas a un régimen sujeto al embargo internacional?, le preguntó una mujer con acento británico. "No voy a poner ejemplos. No voy a criticar a nadie ni hoy ni en el futuro, pero todo el mundo sabe quién ha armado a Irak. Todo el mundo lo sabe", contestó enigmático.
A esa misma hora, en otro punto de Madrid, una docena de manifestantes recibieron en un acto electoral a Ana Botella, esposa de Aznar y candidata a edil de Madrid, con pancartas y gritos contra la guerra. Ella les preguntó: "La paz, ¿a costa de qué?".
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