Los 'grafiteros' han pintado este año un centenar de vagones de metro
La Consejería de Transportes valora en más de un millón de euros los daños causados
Las bandas de grafiteros que actúan en el metro llenaron de pintadas en los últimos 12 meses más de un centenar de trenes, según los datos oficiales facilitados por la Consejería de Urbanismo, Transportes y Obras Públicas. Todos estos hechos fueron denunciados ante la policía. Limpiar estas pintadas le cuesta a Metro cerca de un millón de euros al año. Los trenes 7000, los más modernos de la red, son los elegidos por las bandas. "Les atrae lo nuevo", explican los responsables de Metro. Los grafiteros se mueven en pequeños grupos, portan armas blancas y son muy violentos.
El retrato robot confeccionado por los responsables de Metro sobre los grafiteros que actúan en Madrid indica que se trata de jóvenes de hasta 25 años, aunque también hay adolescentes de sólo 12. Trabajan de forma organizada y operan en bandas de unos 20 miembros. Normalmente llevan pasamontañas y una mochila en la que guardan sus útiles de trabajo. "Suelen actuar los fines de semana y de noche", señalan los responsables de Metro. "Lo habitual es que entren por las salidas de emergencia. Sus acciones son extremadamente violentas y corren mucho peligro. Si su objetivo son los trenes, los paran haciendo uso del freno de emergencia con el consiguiente peligro para ellos y para los pasajeros. Además, suelen actuar provistos de armas blancas y con gran rapidez. En sólo 10 minutos realizan la pintada y salen corriendo", añaden.
El grupo suele estar formado por un par de informadores que localizan y controlan el objetivo. Más tarde llega el grupo de ataque, que son los encargados de hacer las pintadas:unos se ocupan del perfil y otros del relleno del dibujo. Su objetivo fundamental son los trenes de último modelo, las estaciones nuevas y las cocheras. Internet es la vía de comunicación que utilizan para organizar sus acciones y más tarde para vanagloriarse de sus fechorías.
20 euros el metro cuadrado
La Consejería de Urbanismo, Obras Públicas y Transportes admite que en los últimos meses al menos un centenar de trenes han sido pintados por estos jóvenes. Recuperar la imagen de los vagones afectados supone un desembolso anual a la empresa de un millón de euros. Limpiar el metro cuadrado de pintada cuesta 20 euros, y para acondicionar la pared de una estación suelen emplear a siete operarios que tardan más de una hora en poder realizar el trabajo.
Tanto Metro como Renfe, donde también trabajan estas bandas de grafiteros, retiran inmediatamente de la circulación todo tren que es pintarrajeado, que queda parado en las cocheras hasta que está completamente limpio. Según fuentes de la investigación, existen tres puntos en los que se concentran estas bandas: una zona cercana a la plaza del Conde de Casal; otra en torno a tiendas de maquetas de la plaza de Vista Alegre, y una tercera que opera cerca de un instituto del barrio de Aluche.
Luis Eduardo Cortés, consejero de Urbanismo, Obras Públicas y Transportes, señaló ayer que la presencia de estos grupos es especialmente notable en los últimos meses. "Sin duda, en el último año y con el apoyo de Internet, este movimiento se ha hecho más presente. También hemos notado que las bandas son mucho más violentas. Este movimiento, que cuando nació en Estados Unidos se vendió como una cultura alternativa, está presente ahora en el metro de Madrid y en otros del mundo como un movimiento cutre y vandálico. Lo que está pasando aquí en los últimos meses sucede en otros puntos de Europa".
Cortés explicó que para combatir estas bandas de pintores se ha destinado a 70 agentes de seguridad privada que vigilan de manera específica en los horarios y días en que éstos desarrollan su actividad. "Los agentes nos informan de que se trata de jóvenes muy violentos a los que en ocasiones se les han encontrado catanas u otros objetos igual de peligrosos.
Cuando se les localiza, como se trata de seguridad privada, los agentes sólo les retienen hasta que llega la policía, a la que siempre se avisa y ante la que se denuncian los hechos. Pero poco después están de nuevo en la calle dispuestos a actuar", añade.
Renfe, cuyos trenes también son objetivo de las bandas de grafiteros, admitió ayer que ha puesto en marcha un plan antivandalismo para combatir a los pintores, pero declinó ofrecer datos sobre las medidas adoptadas y los daños causados. "Nuestros expertos en vigilancia nos han recomendado no hablar, ya que está probado que si se habla de estos hechos, se reproducen".
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