Caridad y compasión
He leído la comunicación que ha realizado la conferencia episcopal sobre el despido de la profesora de religión en Arcos de la Frontera. Permítame, señor obispo, unas preguntas:
¿Qué es la caridad y la compasión? ¿Tienen que ver, quizás, con las declaraciones del defensor del pueblo cuando hacía referencia al despido de los profesores de religión, afirmando que la Iglesia necesitaba más compasión? No sé en qué situación se encuentra ahora esta maestra. No obstante, ¿tan difícil era recolocar a esta maestra desde el primer momento? ¿Es la Iglesia una empresa sin escrúpulos que regula empleo sin tener en cuenta el efecto que pueden tener estas prácticas, como ejemplo moral para los empresarios?
Le felicito de paso por su nombramiento de obispo: sé que es un deseo profundo que usted tenía desde tiempos en los que fui miembro de su seminario, y también de paso, le recuerdo que a usted tampoco le sentó bien que el entonces superior suyo don Carlos Amigo Vallejo, arzobispo de Sevilla, le cesara como vicerrector del seminario diocesano de Sevilla; seminario que se sublevó contra usted convocando asambleas extraordinarias que estuvieron a punto de acabar con su carrera eclesiástica.
