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Las inversiones extranjeras mundiales sufren la mayor caída de los últimos 30 años

El capital español destinado al exterior descendió el 49% y el recibido en España, el 42%

Fernando Gualdoni

Casi a diario aparece un dato que certifica que la economía mundial está en crisis y que la recuperación está aún lejos. Las inversiones transnacionales cayeron un 51% en 2001, a 750.000 millones de dólares, según la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD). El declive es el mayor en 30 años y el primero en el último decenio, según declaró Rubens Ricupero, secretario general de la organización. En línea con el mundo, la inversión española cayó un 49% entre 2000 y 2001, mientras que la entrada de capital al país se redujo en un 42%.

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La presentación del Informe sobre las inversiones en el mundo 2002 de la UNCTAD se realizó simultáneamente ayer en más de 60 países y en todos no sólo se confirmó la fuerte caída de las inversiones en 2001, sino que, además, predice que para este año se espera que los flujos de capital disminuyan aún más o, siendo muy optimistas, que se estancarán. En la presentación de Ginebra, sede de la UNCTAD, el secretario general adjunto, el chileno Carlos Fortín, pronosticó que la inversión extranjera directa (IED) experimentará este año una nueva caída en todo el mundo por el escaso crecimiento económico. 'La caída de la IED continuará, particularmente en Francia, Alemania, Japón y EE UU', dijo Fortín.

El secretario adjunto añadió que 'habrá un mayor declive en 2002' de la IED en el conjunto de países desarrollados, y 'en el resto del mundo un estancamiento o incluso una acentuación de la caída del flujo de capitales'. Fortín añadió que no se registrará un aumento de la inversión 'hasta que no haya una recuperación en el proceso de expansión de la economía mundial', ni hasta que se calme la incertidumbre provocada por la 'falta de confianza' en los mercados bursátiles y agravada por los atentados en EE UU, pero también por los recientes escándalos contables en grandes empresas como Enron y Worldcom.

Fusiones y adquisiciones

Una de las principales razones de la contracción de las inversiones, además de la crisis económica, ha sido la brusca caída de las fusiones y adquisiciones entre empresas. Esta tendencia permanece: entre enero y julio de este año las fusiones y adquisiciones han representado 222.000 millones de dólares, un 40% menos que en el mismo periodo de 2001.

En la presentación en Madrid, el secretario general de Comercio Exterior, Francisco Utrera, también confirmó que la inversión extranjera en España había experimentado una 'leve reducción' en el primer semestre de este año, en tanto que la española en el exterior había registrado un descenso 'algo mayor'. En 2001, la inversión española en el extranjero se redujo en un 49% con respecto al año anterior, al pasar de 54.675 millones de dólares a 27.805 millones, con lo que el país bajó en la clasificación mundial de inversores del sexto al noveno puesto. La entrada de capital extranjero a España también se redujo significativamente, el 42%. Se recibieron 21.781 millones de dólares en 2001 frente a los 37.523 millones captados el año anterior, lo que significó, además, un retroceso en la lista mundial de receptores del octavo al duodécimo puesto. Estas cifras rompen la tendencia de crecimiento tanto de la inversión española en el extranjero como de la recibida por el país desde 1997.

No obstante, el descenso registrado en la economía española es menor que el de la media de la UE, que recibió el 60% menos de capital exterior que un año antes y destinó el 62% menos para sus inversiones en el extranjero, mientras que la media mundial se situó en reducciones del 51% y del 55%, respectivamente. Utrera destacó que en 2001 España 'siguió siendo un país inversor', al igual que en los últimos seis años, ya que el saldo entre lo que salió a otros países y lo que entró ascendió a más de 6.000 millones de euros. Fue justamente en la UE y en el resto de los países más económicamente avanzados donde el retroceso de las inversiones fue mayor. Cayeron un 59% en el ámbito de la OCDE, debido fundamentalmente al descenso de las fusiones y adquisiciones empresariales, mientras que en los países en desarrollo descendieron un 14%.

EE UU, pese a todo, conservó en 2001 la primera posición como principal destinatario de IED, pero las entradas de dinero disminuyeron a la mitad, con 124.000 millones de dólares. Las inversiones de EE UU en otros países bajaron un 30%, para situarse en 114.000 millones. Entre los europeos, la caída de los flujo de capital se notó principalmente en el Reino Unido, que recibió en 2001 inversiones por valor de 53.799 millones de dólares, frente a los 116.552 millones del año anterior, mientras que recortó sus envíos de recursos a otros países a 39.462 millones (253.929 en 2000).

En Europa Central y del Este, la IED se incrementó en 13 países y bajó en seis, y en la región de Asia y Pacífico las perspectivas son 'globalmente buenas', según el informe de la UNCTAD. El flujo de IED en el sureste asiático descendió un 24% en 2001, con 102.000 millones de dólares frente a los 134.000 millones de 2000, pero este retroceso se debe principalmente a la caída de la inversión en Hong Kong, donde se redujo un 60%. En África, el flujo de IED creció de 9.000 a 17.000 millones, una progresión que no se considera significativa.

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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