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La crisis bursátil y las últimas inundaciones arrastran a las grandes aseguradoras europeas

Los gigantes del sector han perdido de media un 37% de su valor en Bolsa desde el 11-S

El sector asegurador europeo atraviesa un año negro. Después del enorme coste de los atentados terroristas del 11 de septiembre, vino la crisis en las bolsas. Y, sin dar apenas respiro, también han sufrido el impacto de los desastres naturales en forma de inundaciones que este verano han devastado amplias zonas de Europa Central. Los gigantes de los seguros, como la alemana Allianz y las reaseguradoras que las respaldan (Munich Re y Swiss Re), sufren las consecuencias en sus cuentas de resultados. El sector arrastra una caída media del 37% en Bolsa en los últimos 12 meses.

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Los costes derivados del 11-S, cifrados en 1.500 millones de euros, llevaron a Allianz a cerrar 2001 con una caída del 50,86% en sus beneficios netos. En el segundo trimestre de este año, la segunda aseguradora europea ha perdido 365 millones debido también a las dificultades que atraviesa el Dresdner Bank, del que es propietaria. Y ya ha tenido que alertar a los mercados de que le será imposible alcanzar los 3.000 millones en beneficios pronosticados para todo el ejercicio.

A ello se suman ahora los desembolsos por los daños ocasionados por las inundaciones que, durante agosto, han causado la muerte a un centenar de personas en Centroeuropa y han destruido miles de hogares. Los primeros datos apuntan a daños por más de 15.000 millones, de los que la gran mayoría no están asegurados. El coste para las compañías de seguros se estima en unos 1.370 millones.

Allianz estima sus indemnizaciones en 815 millones de euros. De esta cantidad, 265 millones serán cubiertos por las reaseguradoras -éstas asumen una parte del riesgo de las aseguradoras a cambio de un porcentaje en las primas que cobran al cliente-, de manera que la carga a asumir por Allianz es de 550 millones de euros. La alemana Munich Re, la mayor reaseguradora del mundo, ha cifrado en 'menos de 500 millones de euros' su desembolso a causa de las inundaciones. La suiza Swiss Re calcula un coste de 170 millones.

Al igual que Allianz, Munich Re también registró pérdidas, de 383 millones de euros, en el segundo trimestre. La caída de las cotizaciones bursátiles, además, forzó la revisión a la baja de la valoración de su cartera por 1.500 millones de euros.

Si en Alemania llueve, en Suiza no escampa. En todo el primer semestre, los beneficios de la número dos de las reaseguradoras, Swiss Re, cayeron un 90% frente a igual periodo de 2001, hasta los 80 millones de euros. El negocio marcha bien, pero no lo suficiente como para compensar sus pérdidas en Bolsa.

Todo indica que la mala racha del sector de los seguros sólo acaba de comenzar. El 11-S ya hizo que muchas reaseguradoras se negasen a cubrir daños por terrorismo. Ahora, estas empresas se encuentran entre los más acérrimos defensores de la urgencia de adoptar medidas contra el calentamiento de la atmósfera. 'La amenaza por los riesgos climáticos sigue aumentando', alertó la semana pasada Stefan Heyd, consejero de Munich Re.

Los mercados están castigando la falta de confianza en la capacidad del sector para hacer frente a desastre tras desastre. Allianz y Munich Re, ambas en el índice Euro Stoxx 50, han perdido casi la mitad de su valor bursátil en los últimos 12 meses. La 27 empresas pertenecientes al índice europeo del sector asegurador, de Bloomberg, han caído una media del 37%.

No todos comparten el pesimismo. Las aseguradoras y reaseguradoras 'tienen que reconstruir sus reservas, puede que mediante reajustes de precios en grandes riesgos', como ya ocurrió tras el 11-S, afirman desde Unespa (patronal de las aseguradoras en España). Pero 'el peligro para la supervivencia del sector es irreal', puntualizan.

La excepción española

Pese a que los temporales también han azotado España este año, el efecto sobre el sector es bastante distinto. El País Vasco, en agosto, y Tenerife, durante la última Semana Santa, han sufrido fuertes lluvias e inundaciones que, sin llegar a la catástrofe europea, han ocasionado más de un centenar de millones de euros en daños. En estos casos, sin embargo, los perjudicados han reclamado al Consorcio de Compensación de Seguros, adscrito al Ministerio de Economía, en lugar de a las compañías privadas.

Esta entidad pública empresarial, que se encarga de la cobertura de siniestros extraordinarios, puede ser un sistema a imitar en caso de catástrofes naturales o actos de terrorismo, para estabilizar un sector de cuya solvencia se duda. Como explican fuentes de Unespa, 'es un mecanismo de estabilización del sector que no existe en Europa ni en EE UU'. Tras el 11-S, muchos países han mostrado su interés por el funcionamiento de este sistema.

Con un activo total en su balance de 2001 superior a 3.650 millones, 'habría para pagar unas inundaciones como las de Centroeuropa o atentados como los del 11-S'. Al firmar una póliza por un seguro patrimonial, la compañía cobra un recargo destinado a financiar el Consorcio.

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