Máximo riesgo para Francia

Cuando salgan hoy al césped del estadio de Busán para enfrentarse a Uruguay, los futbolistas de Francia ya no pensarán en su derrota en el partido inaugural ante Senegal. Desailly habrá olvidado las lágrimas que cayeron sobre sus mejillas en los momentos posteriores al encuentro. Henry ya no se acordará de las horas mirando en el vídeo su actuación personal.

Los franceses necesitan ganar. En caso de una nueva derrota y un empate entre Senegal y Dinamarca unas horas antes, quedarían eliminados antes de que acabe esta primera fase. Los franceses están acostumbrados a jugar en situaciones límite. Bien sea en la prórroga del Francia-Paraguay en la Copa del Mundo de 1998 o en los últimos segundos de la final de la Eurocopa de 2000 ante Italia. Derrotar a Uruguay no parece un escollo infranqueable. Incluso con la ausencia de Zidane.

¿Jugará o no jugará? ¿Se recuperará de su desgarro en el muslo izquierdo? Unos periodistas han llegado a ocultarse en unos matorrales, única forma de burlar el entrenamiento a puerta cerrada y ver cómo Zizou volvía a correr y a tocar el balón. Otros le siguieron hasta el centro médico de Seúl, donde acudió para que le realizaran una resonancia magnética. El último comunicado médico de la selección indicaba que la evolución es favorable. Sin embargo, las esperanzas de que juegue son 'ínfimas', según dijo ayer el seleccionador, Roger Lemerre.

Al revés que con el partido contra Senegal, la identidad del jugador que deberá sustituirlo es un misterio. Djorkaeff, que disputó el partido inaugural, es duda por una lesión. Los otros dos candidatos no gozan de un apoyo unánime: Dugarry está en forma, pero no es un organizador; Micoud sí lo es, pero su personalidad introvertida no deja de plantear dudas. Otra opción apoyada por los pesos pesados del vestuario es ayudar a los dos medios defensivos y dar solidez defensiva al equipo. Incluso ya han designado a este tercer medio centro: Makélélé.

Respecto a sus rivales, los jugadores franceses tuvieron palabras duras. 'Tienen como característica ir al choque', señaló Makélélé. 'Son unos marrulleros', dijo Vieira; y unos 'tramposos', según Desailly. Cierta o no, la mala reputación de los jugadores de la celeste no les impide contar con el superdotado Recoba. Una semana después de sufrir el martirio frente al imparable Diouf, la capacidad de los franceses para frenar a un jugador excepcional puede ser la clave del partido.