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RUPTURA DEL PACTO 'ANTI GIL'

Ramírez atribuye a 'problemas locales' la moción de censura en Estepona y niega que peligren otros pactos

El presidente popular malagueño dice que los ex ediles del GIL asumirán la disciplina de su partido

El acuerdo entre los cuatro concejales del PP en Estepona y siete ex ediles del GIL para arrebatar la alcaldía al socialista Antonio Barrientos ha situado al presidente del PP en Málaga, Joaquín Ramírez, en el blanco de todos los tiros. Ramírez había asegurado que, bajo su mandato, el PP malagueño no aceptaría a tránsfugas del GIL. Ayer le tocó explicar el pacto de Estepona. Lo hizo esgrimiendo 'motivos de estricto carácter local'. También negó un pacto de más alcance entre el GIL y su partido y advirtió que el PP provincial y el federal aún no han decidido sobre la afiliación de los siete concejales.

'Para la dirección nacional del PP habría sido más confortable que este pacto no se hubiera producido. Esto es una situación local más'. Ramírez negó ayer la veracidad de las 'impresentables acusaciones' de socialistas e IU de que el acuerdo de Estepona se enmarca dentro de un pacto de más alcance entre la dirección nacional del PP y Jesús Gil.

'Nosotros rechazamos al GIL. El PP de Málaga sigue estudiando la posibilidad de pedir la disolución del Ayuntamiento de Marbella y, si en adelante hay algún movimiento judicial contra Jesús Gil, la actitud del PP será condenatoria, desaprobatoria contra Gil y, por supuesto, de absoluto respeto a la independencia judicial'.

Visiblemente incómodo, Ramírez justificó la actitud de sus concejales en Estepona aludiendo a 'incumplimientos' de socialistas y de IU del pacto anti GIL en Manilva y Casares. 'Los únicos pactos que aquí se respetan son los que van contra el PP, como el de la Diputación de Málaga, que considero totalmente legítimo aunque vaya contra mi partido', dijo.

En este sentido, Ramírez explicó que el mismo miércoles se puso en contacto con el presidente de este organismo, Juan Fraile, para asegurarle que, aunque el ingreso de los ex gilistas en el PP daría a su partido la posibilidad de optar a la presidencia de la Diputación si logra el apoyo del Partido Andalucista (PA), no tiene intención de hacer ningún movimiento en este sentido. 'Le he dado mi palabra', dijo. Sin embargo, esta aseveración no tranquilizó a los socialistas. El secretario regional de Política Municipal, Salvador Pendón, respondió ayer a esta promesa de Ramírez poniendo en duda la validez de su palabra.

El presidente del PP también insistió en que la afiliación de los siete ex ediles del GIL a su partido no se ha consumado. 'Han sido aceptados por la ejecutiva local, pero aún quedan los filtros de la provincial y de la nacional', dijo. También restó importancia a la posibilidad de que finalmente estos siete concejales impongan su criterio sobre los cuatro ediles populares de Estepona: 'Si finalmente militan en el PP, estos concejales se someterán a la disciplina del partido', dijo.

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Ramírez insistió en que 'las personas más próximas a Jesús Gil Marín que había en el anterior equipo de gobierno ya se han marchado'. Sin embargo, cuatro de los recién afiliados están acusados en una denuncia de la Fiscalía Anticorrupción por un presunto delito urbanístico en el que el actual equipo de gobierno de Estepona, incluidos los cuatro ediles del PP, están personados como acusación particular. A este respecto, Ramírez aseguró que el PP 'va a mantener la acusación y los jueces contarán con nuestro apoyo para llegar hasta el final'.

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