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Reportaje:

Las cuentas de la gran Bienal

Los datos de Ciscar contrastan con la venta real de entradas en Bancaixa y El Corte Inglés

Ferran Bono

Que no falten ni cifras abultadas ni afirmaciones rimbombantes, parece haber sido la consigna. Ahí van: 593.727.678 impactos mediáticos, que habrían costado 'miles de millones de pesetas' de haber sido publicidad; 89.813 espectadores en un mes y nueve días; una 'infinidad' de visitas de directores de museos, artistas..., de gente de la cultura; un 700% más de visitantes en los ochos espacios. En fin, 'la Bienal de Valencia ha sido el acontecimiento cultural de mayor repercusión en el ámbito nacional e internacional'. Así lo aseveró ayer la subsecretaria de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, en la presentación del primer balance del proyecto que finaliza el 20 de octubre. No fue menos el director del mismo, el italiano Luigi Settembrini, cuando afirmó que es la 'primera vez' que tiene 'un éxito como éste' en sus '44 años años de experiencia por todo el mundo'. Ni faltaron tampoco las alusiones a un antes y un después, a la superación de las previsiones, a la constitución de un nuevo referente en el mundo del arte, a la asunción de Valencia como una de las grandes capitales de la cultura en Europa, y a la respuesta del público, superior incluso a la Bienal de Venecia o la Documenta de Kassel.

El despliegue fue por todo lo alto: sin escatimar nada. Bueno, tanto como nada... Quizá el error fue del informador que simplemente preguntó por el número de entradas vendidas. Una petición demasiado tradicional, al parecer, porque la respuesta fue que faltaban algunos datos al respecto por lo que no se podían dar, dijo Joan Carles Dauder, gerente de la Fundación de la Bienal. Settembrini, no obstante, se aventuró: 'Más o menos, 60.000'.

Pero las cifras no cuadran por ningún lado. A fecha de ayer, Servientrada, de Bancaixa, y el Corte Inglés, dos de los principales punto de venta, sólo habían recaudado un total de 73.625 pesetas en ese concepto (2.500 y 500 son los precios estandard por entrada). Aún más sorprendente es que los propios datos de la Bienal contradicen las afirmaciones de sus responsables. Si del total de visitantes (89.813), casi la mitad (38.000) se contabilizaron en la inauguración en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, abierta al público sin ningún reparto de entradas, ¿de dónde salen las 60.000? Y como mínimo chocante resulta la inclusión de esos 38.000 (cifra absolutamente desproporcionada) en el capítulo de 'datos reales'. A no ser que se fueran contados uno a uno. Podría ser, porque se ha llegado a meter en el saco de los impactos mediáticos a transeúntes que echaban un vistazo al cartel de la exposición más existosa, con 18.245 visitantes, la del convento del Carmen.

Los impactos mediáticos, explicaron Dauder y Settembrini, surgen de una operación matemática que tiene en cuenta el tipo de información y la difusión o audiencia del medio de comunicación. Ciscar aseguró que estos datos potenciales se han medido en función del OJD y el EGM y han sido recogidos por dos agencias internacionales. La mayoría de diarios internacionales de la lista son italianos y mexicanos.

Hay más: se señala que en el tinglado número 2 del Puerto hubo 5.400 espectadores, cuando la instalación funcionó poco más de una semana y apenas contó con unas docenas de visitantes, como comprobó este diario. También figuran en el recuento, entre otros espacios, los espectadores del concierto de Kusturica en la plaza de la Virgen, del ciclo del cineasta en la Filmoteca y de la apenas conocida Bienal Móvil. Aunque nada se dijo del número de visitantes extranjeros.

No es de extrañar, pues, el número de visitas ni de impactos. Por este camino se superarán los 200.000 visitantes y los ocho millones de impactos de las previsiones. A ello contribuirán las visitas de 'amas de casa y jubilados' de distintas poblaciones valencianas que se están preparando con el fin de 'popularizar' el arte contemporáneo. Así, las cifras de la Bienal son como las cuentas del Gran Capitán. No en vano, y al margen de una valoración rigurosa, 'la Bienal ha entrado en una performance continua', apuntó Ciscar.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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