Otro verano igual
Me preocupa lo indiferente que estamos, tanto los ciudadanos como los profesionales a los que el tema les atañe.
Observo que de manera sucesiva a la construcción de un tramos de carretera, puente, rotonda o cruce, se lleva a cabo, en la terminación de dicha obra, una pequeña reconstrucción de zona verde con sus árboles, arbustos, césped, etcétera, suavizando así el impacto causado. Supongo que se hace de esta forma por la existencia de alguna ley que obliga a la constructora a plantar.
Por el contrario, se me queda una cara de espanto cuando cada verano, de nuevo, la mayoría de esas zonas está quemada o está esperando serlo, pues el paso y la maleza, junto con el plástico y el papel, delatan mi denuncia. No hay más que rodear Sevilla y observar.
Lo más penoso de todo esto es que en zonas colindantes tan significativas como San Juan de Aznalfarache, donde se encuentra Canal Sur, se den este tipo de impactos, si cabe, con mayor fuerza y, sin embargo, en los reportajes de información sólo se ponga en pantalla programas verdaderamente degradantes que no benefician más que a los que cobran por su creación.
Pido un 'Basta ya', pues las zonas verdes no son pagadas por el pueblo para ser quemadas al verano siguiente de ser construidas. Si la solución está en no plantar zonas verdes, ¡cambiemos la ley y nos ahorraremos este costo!
Si fuésemos los consumidores los que actuásemos de esa forma, no cabría pasividad por parte de la Administración: las multas, denuncias y grúas no cesarían de acosarnos.
