El Liceo seduce a los cantantes con históricos decorados de 'Aida'
El teatro repone una producción de 1945
Asegura el director artístico del Liceo, Joan Matabosch, que ni el montaje de Calixto Bieito de Un ballo in maschera fue una provocación por parte del teatro, ni la reposición de los viejos decorados de Aida realizados por Mestres Cabanes son ahora una estrategia para calmar los exaltados ánimos del sector de público más tradicional del coliseo lírico barcelonés. 'Son dos concepciones muy diferentes de lo que es un montaje escénico que queremos mostrar al público en el homenaje que esta temporada rendimos a Verdi con motivo del centenario de su muerte', afirma.
El caso es que si Un ballo in maschera convenció a los cantantes que participaron en el montaje, pero levantó polémica y fue rechazado por parte del público, con los viejos telones pintados por Mestres Cabanes para Aida, el único decorado completo del escenógrafo que se salvó del incendio del Liceo en 1994, todo el mundo parece encantado. José Antonio Gutiérrez, responsable de la dirección escénica de la ópera, declaró ayer sin ningún rubor: 'Me encantan estas escenografías antiguas. He respetado los grandes cromos de los decorados para contar la historia de Aida encajándola en el magnífico espacio de este Egipto fantástico e idealizado pintado por Mestres Cabanes'.
Como ocurrió en 1989 con la reposición que el Liceo hizo de otra vieja escenografía de Mestres Cabanes, la que realizó para la ópera de Wagner Los maestros cantores de Núremberg, destruida en el incendio, la magia y el esplendor de los telones pintados de este idealizado Egipto para Aida, que ha restaurado el escenógrafo Jordi Castells, han cautivado a todos los que trabajan en esta producción. El amplio reparto de Aida, dirigida musicalmente Bertrand de Billy, estará encabezado mañana, en su estreno, por la soprano Isabelle Kabatu, el tenor Gegam Grigorian, la mezzosoprano Dolora Zajick, el brítono Juan Pons y los bajos Stefano Palatchi y Roberto Scandiuzzi.
Suave como un sueño
'Todo es suave, como un sueño. Es muy emocionante trabajar en una producción con este tipo de decorados, porque pertenecen más a la historia del arte que al teatro y las pinturas producen una inusual sensación de poesía', afirma Isabelle Kabatu. El bajo Stefano Palatchi, que cantó en la reposición de la vieja producción de Los maestros cantores, se muestra satisfecho. 'Aquí no hay caballos como los que saca el Metropolitan de Nueva York, pero sí mucha magia. Todos estamos encantados de trabajar en una producción excepcional'. Incluso el coreógrafo Ramon Oller ha cambiado la idea original de su coreografía para la ópera. 'Empecé trabajando con una concepción contemporánea de la escenografía, pero he simplicado y cambiado acercándome a lo clásico porque los decorados me lo pedían', explica.
El sueño, sin embargo, se ha convertido en algunos momentos en pesadilla para el teatro. Los hiperrealistas 120 telones pintados de los siete decorados de esta Aida que Mestres Cabanes hizo para el Liceo en 1945 no encajaban en el nuevo escenario y se han tenido que adaptar. En el teatro ya no quedan maquinistas que hubieran trabajado con este tipo de decorados y se ha tenido que buscar entre los jubilados de la profesión a los que conocían las viejas técnicas, ya en desuso.
Más. Con los actuales focos, muy potentes, no sólo no se conseguía la iluminación adecuada para los telones de papel pintado, sino que el calor que desprendían ponía en peligro su integridad y la seguridad del teatro. El Liceo ha tenido que comprar nuevos focos en Estados Unidos, el único país donde ha encontrado unos similares a los usados en el pasado.
Para dar realismo al Egipto imaginado por Mestres Cabanes, en el Salón de los Espejos del Liceo se exhibirá hasta el 31 de mayo, fecha de la última función de Aida, una auténtica estatua de Ramsés II del siglo XII antes de Cristo cedida por el Museo Egipcio de Barcelona. Y en el foyer se expondrá la colección de teatrines de las óperas de Verdi del museo del Institut del Teatre.
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