Badiola sugiere que se debe bajar la edad de análisis a las reses
El director del Laboratorio Nacional de Referencia sobre Encefalopatías Espongiformes Transmitibles -cuya forma bovina se conoce como mal de las vacas locas-, Juan José Badiola, calificó ayer en Valencia de 'factor de protección' rebajar la edad de análisis de las reses, situada en las mayores de 30 meses, y alabó los controles sobre la calidad de la carne. Los veterinarios valencianos pidieron modificar el certificado elaborado por la Administración central de traslado de los animales al matadero.
Juan José Badiola llenó ayer el Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia, donde impartió una conferencia sobre la situación creada ante los casos de vacas locas surgidos en España. Poco después, ante la prensa, Badiola se refirió a la posibilidad de rebajar la edad establecida por el Gobierno central para realizar los test a las vacas destinadas a consumo humano, situada actualmente a partir de los 30 meses. El catedrático de histología y anatomía patológica de la Universidad de Zaragoza comentó que el descenso de la edad para realizar pruebas 'puede ser un factor de protección a los consumidores y así lo puede interpretar la sociedad'. La posibilidad de rebajar la edad para realizar test es una de las cuestiones planteadas al grupo asesor de científicos, del que Badiola es miembro, por parte del Gobierno, al que responderán este fin de semana. En todo caso, señaló que resulta difícil estimar un tope de edad que determine el momento 'ideal' para realizar los test de detección de la enfermermedad.
El experto en encefalopatía espongiforme bovina destacó el 'buen sistema de inspección de carnes' con que cuenta tanto España como la Comunidad, por lo que los consumidores 'deben de tener la percepción de que se protege su salud'.
Por otro lado, la junta ejecutiva del Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (unos 1.400 profesionales), considera que el actual modelo de certificado elaborado por la Administración central para el traslado de animales al matadero debe ser modificado para adaptarse a las directrices internacional en materia de certificaciones y al Real Decreto 556/1998 que establece normas de certificación veterinaria. El Consell emitió un comunicado en el que señala que las objeciones al certificado 'se plantean exclusivamente desde el punto de vista técnico, deontológico y de responsabilidad profesional'. Los veterinarios, que la próxima semana se reunirán con la consejera de Agricultura para estudiar este modelo de certificado, aclaran que este documento 'no forma parte de las medidas propuestas por los comités científicos y en nada desmerece los controles ni, por tanto, la garantía de las carnes liberadas al consumo'.
Los veterinarios apuntaron hacia la Administración como la responsable de hacer cumplir en los bous al carrer 'los mismos controles que el resto de animales' con la excepción de que los toros no serán sacrificados en mataderos.
