Inmigrantes a la calle

Coincidiendo con la entrada en vigor de la Ley de Extranjería, colectivos de inmigrantes de Valencia y Alicante han convocado hoy concentraciones de protesta (Plaza del Ayuntamiento de Valencia y Plaza de la Montañeta de Alicante, frente a la Subdelegación del Gobierno) para denunciar que el texto legal avivará la marginalidad en la que vivien cientos de personas sin papeles.

'Un grave retroceso de la legislación española'. Así definieron ayer en Alicante la reforma de la Ley de Extranjería los portavoces de un grupo de inmigrantes -que prefirieron mantenerse en el anonimato- que, según dicen, representan a extranjeros procedentes de 70 países y residentes en la provincia de Alicante. Ellos, ya regularizados pero no ajenos a la cruda realidad que se avecina a los sin papeles, han convocado esta tarde una concentración ante la Subdelegación del Gobierno en Alicante para manifestar su rechazo a la nueva Ley, que hoy entra en vigor. Valencia será escenario también de otra concentración.

A la cita están convocados todos, extranjeros y nacionales. Y es que el problema de la inmigración incumbe a todos los ciudadanos, sostienen. Cuestiones como la vuelta a las expulsiones de los indocumentados, la negación de los derechos de huelga y asociación a los extranjeros sin permiso de residencia o el aumento del plazo exigido para acceder a la regularización permanente, atemorizan a muchos extranjeros que, pese a vivir y trabajar en España, se les niega la condición de ciudadanos, lamenta uno de ellos. 'Esta ley nos convertirá en esclavos, obligándonos a vivir en la clandestinidad'. Advierten de que la experiencia adquirida durante muchos años no será en vano y, pese a la nueva legislación, cuentan con 'estrategias' para hacer frente a la nueva realidad social y continuar burlando las leyes. Sin embargo, son conscientes de que la reforma de la Ley derivará a muchos de ellos a la marginalidad. Así lo corrobora un informe elaborado por Cáritas de Alicante, durante los meses de mayo y junio del pasado año, sobre un universo de 5.195 personas., Este estudio reveló que uno de cada cinco extranjeros residente en la provincia de Alicante habita en chabolas sin agua corriente ni electricidad. El informe apuntó, además, que mientras la llegada de extranjeros se incrementa cada año, el número de permisos de residencia se mantiene, lo que dispara la marginalidad de estas personas. Por ello, los portavoces de este grupo de inmigrantes consideran imprescindible la 'unión' entre todos, regulares e irregulares. La Comunidad Valenciana es una de las autonomías con mayor índice de inmigrantes, y dentro de ésta, la provincia de Alicante es una de las zonas con mayor número de extranjeros.

La Delegación de Gobierno en la Comunidad ha concedido, dentro del proceso de regularización, 15.467 permisos de los 23.046 solicitados -en todo el país se reclamaron 245.684-, lo que supone que uno de cada tres extranjeros que pidió documentarse en la Comunidad no lo ha conseguido. La mayor parte de los solicitantes proceden de Ecuador, Marruecos y Rumanía. En Alicante también destacan los ciudadanos originarios de Argelia.

Alicante Acoge se ha sumado a la multitud de voces discordantes en contra de la reforma del texto legal. Su director técnico, Carlos Gómez, pronostica que la Ley de Extranjería 'generará una fractura social muy importante y a la larga, demostrará que su puesta en marcha ha sido un fracaso'.

Mientras, los protagonistas de esta historia, con un final incierto, acusan a las distintas administraciones de fomentar el racismo, y ponen como ejemplo la Guía del Inmigrantes, editada por Sanidad. Apelan a la memoria histórica y recuerdan que el número de españoles migrantes es 'superior' a la cifra de extranjeros que en la actualidad residen en España. Y añaden, en definitiva, que sólo buscan una vida mejor, y por ello suplican una oportunidad.