_
_
_
_
_

Unas 15.000 personas reciben a Ferrero en Ontinyent tras ganar la Copa Davis

Unas 15.000 personas recibieron ayer en Ontinyent como a un héroe al tenista Juan Carlos Ferrero, que llegó con una hora de retraso al homenaje que le rendía su ciudad después de ganar el pasado fin de semana la Copa Davis. El entusiasmo fue tal que Ferrero decidió bajarse del coche que lo paseaba y subir encima del capó, para que la gente pudiera disfrutar de su presencia. El recorrido fue el de la tradicional entrada de Moros i Cristians, desde la calle de Daniel Gil hasta la plaza del Ayuntamiento, donde se anunció para él la concesión de la medalla de oro de la ciudad. El tenista agradeció el homenaje pero añadió que pretende seguir siendo considerado un ciudadano normal: "Quiero que me traten como a uno más".Ontinyent -de unos 31.000 habitantes- se volcó con su paisano, aunque también se dio cita mucha gente de las localidades vecinas. Junto a Ferrero -nacido en el barrio del Llombo hace 20 años-, estuvieron todos los miembros de su familia. Su padre, Eduardo, hacía un balance de estos días vividos. "Es la primera vez que toda la familia estábamos presentes en un campeonato. Se vino con nosotros su abuela, de 87 años, y mi hermana, que ha sido como una madre para mis hijos". Eduardo no pierde oportunidad de recordarle a su hijo que todavía tiene aspectos que perfeccionar: "Ahora ha de convertirse en un buen relaciones públicas".

Tanto Alfonso Aparicio, el hombre que ha acompañado a Ferrero durante 10 años a entrenamientos y torneos, como los profesores del colegio donde estudió coinciden en la sencillez y modestia de este joven que ha ascendido a la cima. "Tiene unos valores humanos y una inteligencia que le convierten en una persona muy entera", explicó emocionado Aparicio. "Cuando Juan Carlos tenía 10 años y yo 50 años, ya me sacaba de la pista con su drive liftado", comentó. Su padre asegura que Ferrero seguirá entrenándose en el Club de Tenis de Ecualite en Villena, a 36 kilómetros de Ontinyent, como desde hace cinco años. El Club Helios de Ontinyent ha previsto un homenaje a quien aprendió a jugar en sus pistas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_