México incluye al 'brandy' español en el acuerdo de libre comercio
Ha sido necesario un año de gestiones diplomáticas al más alto nivel, pero el brandy español puede traspasar ya las fronteras mexicanas sin verse obligado a pagar los aranceles de los que están exentas todas las demás bebidas alcohólicas procedentes de Europa. El brandy que se envía a México, la gran mayoría procedente del Marco de Jerez, había quedado fuera del acuerdo de libre comercio firmado por este país y la Unión Europea y que entró en vigor el pasado mes de julio, ya que las autoridades mexicanas insistían en la protección de su industria nacional, que produce también una importante cantidad de esta bebida espirituosa.
Tras intensas negociaciones, ambas partes han acordado la entrada de 3,2 millones de botellas a las que se aplicará arancel cero hasta junio de 2001, fecha en la que se revisará el acuerdo. Este pacto ha sido aceptado por los productores españoles, que el pasado año se vendieron 2,7 millones de botellas en Méjico.
En principio, la solución es satisfactoria para los intereses del brandy español que, de esta forma, se ahorrará una cantidad algo superior a los 300 millones de pesetas en aranceles. Este ahorro repercutirá directamente en un descenso del precio del producto en las estanterías mexicanas y en mayores posibilidades para iniciar nuevas campañas de promoción. No obstante, no es la mejor respuesta que podía haber ofrecido México, cuyas autoridades llegaron a comprometerse por escrito a garantizar la libre circulación del brandy español, rompiendo después aquel acuerdo.
El presidente del Consejo Regulador del Brandy de Jerez, Evaristo Babé, expresó ayer una satisfacción moderada ante la consecución del acuerdo, y se mostró esperanzado en que con la llegada del nuevo Gobierno de Vicente Fox se inicien nuevos contactos para solventar definitivamente la situación del brandy de cara al próximo año.
La enorme presión fiscal que viene soportando esta bebida espirituosa provocó en los últimos años una enorme subida de su precio en México, donde las ventas han bajado desde 1.992 en más de cuatro millones de botellas.
