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El Supremo obliga al alcalde de A Coruña a usar el topónimo gallego

Xosé Hermida

El alcalde de A Coruña, el socialista Francisco Vázquez, perdió ayer una larga batalla legal al fallar el Tribunal Supremo que está obligado a emplear el topónimo gallego de la ciudad, el único oficial según las leyes de la comunidad autónoma. Desde que alcanzó la alcaldía, en 1983, Vázquez ha mantenido en todos los emblemas oficiales del Ayuntamiento la denominación "La Coruña", primero de modo exclusivo y más recientemente incorporando a su lado, en algunas ocasiones, el nombre gallego. Aunque la sentencia es firme, el alcalde anunció, tras conocerla, que la institución municipal "seguirá haciendo lo mismo".

El fallo del Supremo confirma una sentencia anterior del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG), que aceptó una demanda interpuesta en 1993 por la Mesa pola Normalización Lingüística (MNL), un colectivo que promueve campañas en defensa del gallego. La sentencia, además, obliga a Vázquez a elaborar en idioma gallego los documentos oficiales del Ayuntamiento, incluidas "convocatorias de sesiones, órdenes del día, mociones, votos particulares, propuestas de acuerdo, dictámenes de comisiones y actas".El ponente de la sentencia, Rafael Fernández Montalvo, avala todos los argumentos del tribunal gallego y recurridos por el alcalde coruñés. Ambos tribunales coinciden en que las leyes sobre cuestiones lingüísticas aprobadas por el Parlamento autonómico establecen que el único nombre oficial de los municipios es el gallego. Las instituciones de la comunidad están facultadas por la Constitución y el Estatuto para tomar decisiones de esa índole, y los ayuntamientos no pueden invocar la autonomía local -como había hecho Vázquez- ya que el cumplimiento de las leyes lingüísticas les vincula y les impone "deberes estructurales y funcionales".

El Supremo alude al Estatuto de Autonomía de Galicia, que establece la cooficialidad de castellano y gallego, aunque concede a éste la consideración de "idioma propio" de la comunidad. Con ese criterio, las leyes aprobadas por su Parlamento privilegian al gallego con un "uso prioritario" sobre el castellano. Tal prevalencia puede aceptarse "siempre que se respeten los límites que representa el modelo lingüístico constitucional", es decir, que no se vulnere "el derecho de todo ciudadano a usar el castellano, incluyendo la facultad de solicitar traducción". El Supremo avalar así la decisión anterior del TSJG, que imponía a Vázquez el uso del gallego en los documentos "sin perjuicio de que pueda hacerse también en castellano".

El fallo fue acogido con alborozo por las organizaciones que promovieron la acción judicial y por los grupos nacionalistas, que llevaban dos décadas enfrentados a Vázquez en una interminable polémica. "Es un fallo histórico", declaró Concha Costas, presidenta de la MNL, "no sólo por lo que supone para el idioma gallego sino por la jurisprudencia que puede crear aplicable a otras comunidades del Estado".

Sin embargo, el alcalde coruñés se resistió a admitir la derrota e insinuó que no dará el brazo a torcer. "El Ayuntamiento va a seguir haciendo lo mismo", proclamó. "Siempre hemos respetado la Constitución. Todos los ciudadanos tienen el deber y el derecho de hablar español, aunque también hay que respetar el derecho a hablar los idiomas de las autonomías. Seguiremos practicando el bilingüismo: diremos 'La Coruña' cuando hablemos en castellano y 'A Coruña' cuando lo hagamos en gallego". Vázquez aprovechó para mostrar su desdén por los promotores de la acción legal: "Me trae al pairo lo que diga la Mesa. Es un instrumento de confrontación dentro de esta comunidad". El Ayuntamiento deberá pagar las costas del juicio.

La animadversión de Vázquez al nacionalismo le ha creado problemas incluso con la dirección del PSdeG- PSOE, que mantiene pactos con el BNG en importantes municipios. Precisamente hoy, el PSdeG inicia un congreso que ha estado precedido de nuevos ataques de Vázquez a los pactos con los nacionalistas, acompañados de alabanzas al presidente de la Xunta, Manuel Fraga. Sin embargo, no llevará las discrepancias al congreso: no irá porque prefiere presidir hoy la procesión de la Virgen del Rosario, patrona de su ciudad.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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