_
_
_
_
_
Elecciones 2000

Aznar gobernará con acuerdos, pero sin hipotecas nacionalistas

Luis R. Aizpeolea

José María Aznar podrá gobernar con total holgura, y su política ya no estará hipotecada a los pactos con sus socios nacionalistas catalanes y canarios, aunque tampoco prescindirá de ellos. Aznar confirmó ayer, en una breve alocución pública, su promesa electoral de contar con los principales partidos para impulsar sus "ocho grandes acuerdos nacionales", con la que sintetiza su política de reformas, pendiente de la anterior legislatura. Es el caso de la justicia, las reformas institucionales o la política territorial..

La mayoría absoluta que Aznar alcanzó ayer en las urnas le permite prescindir del apoyo de los socios nacionalistas que necesitó en la anterior legislatura para suplir su insuficiente mayoría. De ahí que el Gobierno de Aznar ya no se verá hipotecado por CiU. Así, las reclamaciones más duras planteadas esta campaña electoral por los nacionalistas catalanes -como la reducción del déficit de Cataluña en 400.000 millones de pesetas, el pacto fiscal, la revisión del Estatuto de Autonomía o la publicación de la balanza fiscal- como contrapartidas a un eventual apoyo al Gobierno de Aznar están abocadas al fracaso frente a la mayoría absoluta del PP de esta legislatura.No obstante, Aznar adelantó durante la campaña electoral que, incluso en el supuesto de una mayoría absoluta, dialogaría con los nacionalistas catalanes y canarios. Aznar está convencido, y la mayoría absoluta de ayer se lo ha confirmado, que la política de diálogo con los nacionalistas y los sindicatos le ha ido bien. De ahí que no quepa esperar una variación sustancial en el estilo de esta política ni tampoco en sus contenidos básicos.

Aznar tratará de acordar sus políticas económicas y sociales con los nacionalistas catalanes y canarios, con cuyos programas tiene importantes coincidencias y donde ya existe una importante experiencia de colaboración de la anterior legislatura.

De sus anteriores socios, sólo el PNV quedará fuera de cualquier política de acuerdos. Aznar se comprometió, en plena campaña electoral, a no pactar con este partido hasta que rompa los hilos que mantiene con HB a través del Pacto de Estella. Pero, a su vez, el PNV, con su importante alza en estas elecciones, difícilmente alterará su estrategia en Euskadi con lo que no caben acuerdos con este partido en un horizonte próximo.

La mayoría absoluta de Aznar le permitirá sacar adelante algunas de sus propuestas que quedaron aparcadas en la anterior legislatura por falta de apoyos: la reforma de la Ley de Extranjería y el Decreto de Humanidades.

No obstante, si confirma lo que ha manifestado en su campaña y ayer mismo recordó, tendrá que contar con los principales partidos, incluido el PSOE, para llevar adelante sus ocho acuerdos nacionales, que sintetizan los objetivos reformistas de su Gobierno, como la política frente al terrorismo; la revisión del modelo de financiación autonómica; el Pacto Local; el Pacto de la Justicia; la renovación del Pacto de Toledo; el Plan de Formación Profesional; el nuevo pacto social con los sindicatos y el Plan Hidrológico Nacional.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_