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El PP considerará un fracaso que los socialistas alcancen la mayoría absoluta en Andalucía

Luis Barbero

El Partido Popular de Andalucía está experimentando una curiosa contradicción, extraña en una formación que aspira a ser alternativa de gobierno en la Junta de Andalucía. Las últimas encuestas electorales publicadas por los distintos medios, y que sitúan a los socialistas al borde de la mayoría absoluta en la comunidad, han hecho saltar las alarmas en el aparato del PP, que hoy por hoy se ha fijado como prioridad evitar la mayoría absoluta del PSOE, por encima, incluso, de su propio crecimiento en la comunidad, que también le otorgan los sondeos electorales del 12-M.

Todos los sondeos publicados en la última semana dan un ligero crecimiento del PP en intención de voto, que se reflejaría en un aumento de uno a tres escaños en el Parlamento autonómico [en la actualidad tiene 40]. De puertas afuera, los principales dirigentes del PP están acentuando la importancia de este crecimiento. Incluso la candidata a la Junta, Teófila Martínez, está lanzando el mensaje de que desconfía de las encuestas y de que se puede dar un vuelco en los últimos días, tal y como ocurrió en 1996, cuando los sondeos daban por seguro ganador a Javier Arenas frente a Manuel Chaves.

En este discurso optimista, Martínez ha emplazado varias veces a los demás partidos a que digan si respetarán la lista más votada tras el 12 de marzo, subrayando la idea de que el PP puede lograr mayoría simple.

De puertas adentro, la sensación es diametralmente opuesta. La dirección del PP andaluz piensa que, a sólo cinco días de las elecciones, la clave están en que el PSOE no consiga la mayoría absoluta (55 diputados), que los socialistas ya tuvieron entre 1982 y 1994. El umbral del éxito del PP se mide, por tanto, más por amortiguar el crecimiento del PSOE que por fomentar el suyo propio. "Si el PSOE consigue mayoría absoluta sería un fracaso", afirma un dirigente popular.

Si el PSOE no logra esta mayoría, y el PP crece dos escaños o más, la dirección de los populares venderá los resultados como un éxito sin precedentes que les volvería a situar como alternativa real de gobierno. "Sobre todo tras lo ocurrido en los últimos cuatro años", destaca el dirigente del PP, en referencia a los cambios que ha sufrido la cúpula popular andaluza en esta legislatura y a las dificultades que esta formación ha pasado en Andalucía para defender la gestión del Gobierno de José María Aznar.

Para que el PSOE no logre la mayoría absoluta será fundamental lo que ocurra en cuatro provincias (Cádiz, Córdoba, Málaga y Almería), en las que socialistas y populares se disputan los escaños que pierde Izquierda Unida. El PP está movilizando al máximo a sus aparatos en estas provincias.

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Encaje de bolillos

De hecho, en el mitin celebrado el pasado lunes en Málaga, con la presencia del presidente del Gobierno José María Aznar y la candidata Martínez, la dirección provincial del PP tuvo que hacer encaje de bolillos en las últimas horas para llenar el pabellón de Ciudad Jardín y dar la sensación de que su electorado está movilizado. La misma mañana del lunes, la dirección nacional del PP llamó a la de Málaga exigiendo que se eliminara el panel de fondo de la tribuna de los oradores y que se llenara esa grada, lo que aumentó el aforo de 4.000 a 5.000 personas. Pocos minutos antes del mitin todavía había coches circulando por la capital animando por los altavoces a los malagueños a acudir al acto.

En Úbeda (Jaén), la candidata popular se comprometió ayer a equiparar las pensiones asistenciales, competencia exclusiva de la Junta, a las retribuciones que se reciben en otras comunidades por este concepto. Asimismo, Martínez, ante unos 300 militantes, prometió que si gobierna en Andalucía duplicará el presupuesto autonómico destinado a la restauración de edificios históricos. Apuntó que se pasaría de los 4.000 millones de pesetas anuales presupuestados actualmente a casi 8.000 millones. Ya por la noche, en un mitin celebrado en Jaén, Martínez aseguró que, si gobierna, modificará o aprobará hasta un total de 42 leyes autonómicas y afirmó: "Los gobiernos de Felipe González y Manuel Chaves no se ocuparon ni de la sanidad ni de las carreteras ni de la educación ni de las viudas".

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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