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'Andalanes' y 'cataluces'

Cuatro hombres que rondan la edad de la jubilación juegan al dominó en el bar Rincón Andaluz de Viladecans, una localidad del área metropolitana de Barcelona, la zona en la que se concentra en Cataluña la mayoría de la población de origen andaluz. La revista Cambio 16 acuñó hace 20 años dos curiosas palabras para definir a muchas de estas personas nacidas en Andalucía pero emigradas a Cataluña, gente con un corazón dividido: andalanes y cataluces.Son poco más de las nueve de una noche cualquiera y los cuatro hombres están concentrados en la partida, ajenos a la presencia en la televisión del local del presidente de la Junta, el socialista Manuel Chaves, que habla del polvorín de El Ejido, en plena efervescencia. El periodista interrumpe la partida para preguntarles si están al tanto de la campaña electoral de las próximas elecciones andaluzas. "Uf, eso nos queda muy lejos", asegura uno de ellos.

Quien ha expresado tan escueta opinión sobre el asunto electoral es Juan Vázquez, 58 años y cerca de 30 de ellos en Cataluña. Mientras el resto sigue atento a las fichas, Vázquez asegura que la política le interesa bien poco. Y menos una convocatoria para constituir un Parlamento regional, ni en Andalucía ni en Cataluña. Este oriundo de Pegalajar (Jaén) reconoce que es uno de esos abstencionistas estructurales que los socialistas catalanes tratan de movilizar, con relativo éxito, cada cuatro años para desbancar a Jordi Pujol de la presidencia de la Generalitat. "Las importantes son las elecciones para España", concluye Vázquez para referirse a los comicios generales.

Si tradicionalmente las elecciones autonómicas pasan desapercibidas para los andaluces que viven en Cataluña, en esta ocasión su solapamiento con la convocatoria para elegir diputados y senadores ha escondido aún más a aquéllas. José María Aznar y Joaquín Almunia pasan muy por delante en seguimiento a Manuel Chaves y Teófila Martínez.

Rafael Morales preside la Casa de Andalucía de Barcelona, una entidad en la que, asegura, hay militantes de todos los partidos. Tiene 62 años y llegó a la capital catalana desde su Córdoba natal hace 33. La tierra le sigue tirando. Sin embargo, Morales reconoce que el interés por los comicios andaluces es menor del que puedan suscitar las generales. "Los problemas políticos de Andalucía no nos corresponden a nosotros, sino a los que están allí. A nosotros nos afectan los problemas de aquí", añade.

El presidente de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña (FECAC), Francisco García Prieto, tiene clara la victoria del PSOE en la cita electoral andaluza. "Chaves arrasará", asegura García Prieto. Onubense de Minas de Riotinto, el presidente de una federación que agrupa a 64 asociaciones extendidas por Cataluña considera que lejos de su tierra los andaluces siguen pendientes de la vida política de allí. "La gente pregunta, lo veo cada día", indica. Prueba de ello, añade, es que "cuando vinieron aquí Manuel Chaves o Teófila Martínez, la gente quiso saber qué harían por Andalucía".

Porque lo que sí es cierto es que andalanes y cataluces, no han olvidado sus raíces y quieren conocer qué ocurre en los lugares de los que partieron. Aunque la batalla política les diga poco. En muchas asociaciones, auténtico cordón umbilical con los orígenes, se hace alarde de ello asiduamente. Como en la peña Los Cabales, de Cornellà, en cuya sede celebraban el Día de Andalucía como mejor saben: con baile. "Las raíces no se pierden y todo lo que se habla de Andalucía se tiene en cuenta", aseguraba su presidente, José María Flores, que llegó a Cataluña en el ya lejano 1962, siendo un niño, como muchos otros.

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