Tertulianos
Los representantes del Partido Nacionalista Vasco y de Izquierda Unida, en el consejo de RTVE, han solicitado del director del ente público, Pío Cabanillas, que se suprima, durante la campaña electoral, la tertulia que emite el programa Buenos días de Radio Nacional dirigido por Carlos Herrera. Según los dos consejeros, este bloque de opinión "es un espacio de propaganda gratuito" para el PP, y una "agresión permanente" a los partidos de la oposición (IU y PSOE) y al nacionalismo vasco. La sección sindical de UGT en RTVE, por su parte, ha lanzado también duras críticas a las tertúlias en general de RNE, afirmando "que no son otra cosa que burdos programas de propaganda a mayor gloria del PP". Inmediatamente, un grupo de tertulianos de RNE ha puesto el grito en el cielo apelando a la "libertad de expresión" y denunciando "los aires censores" que emanan de los partidos políticos.¡Esto es una maravilla! Ahora resulta que estos tertulianos de RNE denuncian "los aires censores" que emanan de los partidos políticos. ¡Hombre!, será de los partidos políticos, excepto del PP, que es quien les ha puesto como tertulianos. El PP está encantado. Y se quejan porque esas denuncias son "un ataque a la libertad de expresión". Yo diría que el verdadero ataque a la libertad de expresión es el hecho de que en esas tertulias no puedan expresar su opinión los que no comulgan con el PP. No se olvide que estamos hablando de la radio pública, pagada por todos los contribuyentes. En el periodismo de opinión no existen los independientes strictu sensu. Nadie opina instalado en la asepsia ideológica del sistema métrico decimal. Todos tenemos nuestras ideas. No hay por qué avergonzarse. Lo vergonzante es que en una emisora pública no se puedan expresar todas las opiniones que existen vivas en la sociedad.
La verdad es que uno es comprensivo con todo aquel que tiene que ganarse unos emolumentos que llevar a su casa. Y si unos periodistas -no todos por cierto, afortunadamente- han encontrado su modus vivendi en esas tertulias de RNE a cambio de defender los postulados del PP, que es quien les ha puesto, lo comprendo. Y si además no les resulta problemático, no tienen que hacer grandes esfuerzos, porque participan de la ideología del PP, miel sobre hojuelas. Pero si desde otros partidos políticos o sindicatos, como es el caso, se denuncia que una emisora pública no es plural, no recoge la pluralidad que existe en la sociedad, resulta hilarante que estos periodistas se enfaden y apelen a la "libertad de expresión". Claro que tienen derecho a expresar su opinión con toda libertad. ¡Faltaría más! Sucede, sin embargo, que la denuncia no va dirigida tanto a ellos como a sus patronos, en este caso, al director de RTVE. Es la empresa la que tiene que velar por la pluralidad de opiniones. Los periodistas que han puesto el grito en el cielo, si son verdaderos demócratas, mejor se hubiesen quedado calladitos. ¿O es que no creen que una emisora pública debería cuidar que sus tertulias de opinión fuesen más plurales? ¡Qué difícil es esto de la democracia! Y hablando de democracia: ¿que dirían -o dirán- estos tertulianos si la izquierda gana las próximas elecciones, les pone de patitas en la calle, y los sustituye por otros periodistas afectos a la causa de la izquierda? Pues eso.
