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Interior reserva 100 millones para analizar el ADN de 2.013 vecinos de Algete

La Guardia Civil tiene todo preparado para hacer pruebas de ADN (ácido desoxirribonucleico) a más de 2.000 hombres con objeto de hallar pistas sobre el caso Eva Blanco, la joven violada y asesinada en abril de 1997 en Algete. El juzgado número 4 de Torrejón de Ardoz aún no ha dado orden ni autorización para esta operación, que despierta dudas y recelos entre la judicatura, y cuyo coste se estima en 100 millones. La Guardia Civil preve sufragar los millones que cuestan los análisis pidiendo al Ministerio del Interior un crédito extraordinario sacado de la fuerte suma que este departamento recibirá ahora de Tráfico (por las multas y tasas de matriculación de vehículos).Un total de 2.013 vecinos de Algete se han prestado a que se les hagan análisis de ADN con el fin de identificar al hombre que asesinó a cuchilladas a la joven de 16 años. La medida, impulsada por el alcalde de la localidad, el socialista Jesús Herrera, ha sido ya objeto de controversia sobre si es jurídicamente intachable o no. Los investigadores creen, en cambio, que puede ser útil para descartar a sospechosos, ya que tienen la creencia de que quien violó y mató a la joven es un hombre de la zona.

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"Inútil, ineficaz e inviable"

La Guardia Civil informó ayer que su Centro de Investigación y Criminalística ha previsto "hasta el más mínimo detalle" para poder analizar las 2.013 muestras de ADN. Afirma tener ya preparado el personal, el laboratorio y el instrumental necesario para hacer este análisis masivo. "Y todo ello independientemente del trabajo diario y de los análisis referidos a la base de datos Fénix" (el que se ocupa de la identificación de cadáveres y de personas desaparecidas), añade.

En esta participarían 15 especialistas que tardarían en culminar su trabajo cuatro meses a partir de la recepción de las muestras de saliva extraídas a los 2.013 vecinos.

Oposición judicial

La Guardia Civil pretende que el análisis de ADN se sufrague con las multas de tráfico

La iniciativa del alcalde, además de ser "inútil", introduce "la cultura de la sospecha", manifestó el magistrado Arturo Beltrán, de la Audiencia Provincial de Madrid. Otros jueces creen que este tipo de pruebas no se puede hacer indiscriminadamente.El cadáver de Eva Blanco Puig, estudiante de primero de BUP, fue hallado el 20 de abril de 1997 en un descampado de Cobeña, a unos seis kilómetros de Algete. Era un lugar apartado y sin salida, junto a la carretera que une los municipios de Cobeña y Belvis del Jarama.

El cuerpo sin vida de la joven presentaba varias cuchilladas en la espalda, lo que avaló la certeza de que fue atacada cuando trataba de escapar de su agresor. Pero a la vez, desde el primer momento se tuvo la impresión de que quien la llevó a aquel paraje tenía que ser conocido de Eva, pues de otro modo ésta no habría accedido a subir a un coche.

Y esto fue lo que sembró la sospecha general de que el asesino está cerca, que puede ser un vecino de Algete o de sus proximidades. Y eso fue lo que impulsó a los padres de Eva -Manuel Blanco y Olga Puig- a que la justicia ordene la realización de una prueba masiva de ADN, que no tiene precedentes en España, aunque sí en Francia y Alemania. En este último país, 18.000 hombres de fueron sometidos a análisis en marzo del año pasado para aclarar la violación y estrangulamiento de Christina Nytsch, una niña de 11 años, en Clopenburg (norte de Alemania). En Francia, un juez ordenó la misma prueba para más de un centenar de varones de Pleine-Fougères en un intento de aclarar la violación y muerte de Caroline Dickinson, una inglesa de 13 años, el 18 de julio de 1996.

El análisis de material genético tiene una fiabilidad del 99% y permite obtener a través de sangre, semen, saliva o un cabello un perfil genético que distingue a su dueño y lo hace diferente del resto. Sólo carece de validez en el caso de los gemelos univitelinos, que tienen el mismo ADN.

Hace unas dos semanas, Manuel Blanco depositó en el juzgado número 4 de Torrejón de Ardoz 2.013 papeletas firmadas en las que otros tantos varones de más de 16 años aceptan que se les extraiga una muestra.

En la Comisaría General de Policía Científica hay muestras de unos 250 violadores anónimos y otros tres o cuatro con nombre y apellidos. Uno de ellos Arlindo Luis Carbalho, el llamado violador de Pirámides, que ahora está siendo juzgado en la Audiencia Provincial de Madrid.

El método de análisis que utiliza la policía española se basa en 17 marcadores distintos y, según ella, es prácticamente infalible.

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