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Un grupo nazi compra un pueblo en España

Una organización británica xenófoba y antisemita se instala en una aldea abandonada de Valencia

José María Irujo

A 92 kilómetros de Valencia, cerca de Utiel, localidad famosa por sus vinos, se levantan los restos de Los Pedriches, un precioso y apacible pueblo abandonado, sin agua, sin luz, rodeado de bosques y viñedos, que está cobrando vida silenciosa y discretamente. Desde 1997, sus ruinas están siendo reconstruidas ladrillo a ladrillo por un reducido grupo de camaradas de The Third Position (ITP) -La Tercera Posición, en español-, un clan neonazi británico fundado en Londres a finales de los años ochenta y cuyo emblema es una cruz céltica.Los neonazis pusieron sus ojos en España, rastrearon decenas de pueblos abandonados y se fijaron en Los Pedriches, una villa sita en un promontorio rodeado por Los Marcos y Los Isidros, otras dos aldeas desoladas. Los habitantes de este lugar dejaron sus casas hace veinte años y emigraron a municipios más poblados en busca de trabajo.

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El grupo de activistas británico ha comprado a particulares siete de las ocho casas del lugar y ha rehabilitado una de ellas, la más próxima al bosque de pinos, en la que viven de forma permanente cuatro personas, tres ingleses y un polaco. Ayer, dos turismos se encontraban aparcados junto a la casa y varios pastores atendían a sus ovejas .

Los miembros de la ITP están reconstruyendo el resto de las viviendas y han levantado la estructura de una futura iglesia en otro solar próximo a sus propiedades. Quieren autoabastecerse y cultivar parte de la tierra que han comprado, pero hasta ahora no han conseguido vivir de su trabajo. Lo hacen gracias a los donativos de su clan.

Desde que compraron estas propiedades, Los Pedriches se ha convertido en un excelente refugio y lugar de descanso para otros camaradas de esta y otras organizaciones neonazis, algunas españolas, que acuden a visitar a la "comuna de soldados voluntarios" de la ITP, como definen en sus notas internas a los cuadros enviados a España. "En Semana Santa y en verano se juntan más de treinta personas. Vienen en coches de distintos países. Salen al bosque como si fueran exploradores. Todo es muy raro. Aquí nadie sabe de dónde sacan el dinero", señala un vecino de un pueblo próximo.

Los antiguos propietarios ignoran las actividades de este grupo, que se presenta como una comuna nacionalista de jóvenes que pretenden reencontrarse con la naturaleza. En la villa no exhiben simbología nazi y sólo han tenido un incidente una noche que se desplazaron a beber a un pueblo próximo.

Pero bajo la piel de cordero con la que se cubren los camaradas de la ITP que viven en España se esconde un grupo que admira a Mussolini, rechaza la democracia, el divorcio, propugna la "inmediata" repatriación de los negros y de las minorías étnicas y persigue a judíos y homosexuales, "una plaga", a los que considera sus más acérrimos enemigos, según sus proclamas.

La policía y la prensa británica apuntan a que la ITP tiene vínculos con grupos terroristas europeos. Su aparato de propaganda se llama Conflicto Final, una editorial que vende a través de Internet una avalancha de libros revisionistas sobre el nazismo, carteles de Hitler y llaveros de las SS.

Scotland Yard, la policía británica, sigue sus pasos. Una brigada especial ha elaborado informes sobre la ITP en España y sobre la compra de este pueblo valenciano, que se pagó en parte con fondos de una institución caritativa británica llamada San Miguel Arcángel, ligada a actividades de la extrema derecha.

Esta fundación ultraderechista, que recauda fondos por las calles de Londres, ha sido investigada en el Reino Unido, y del examen de sus cuentas se desprende que en 1997 contribuyó con 7.000 libras esterlinas (1.820.000 pesetas) a la compra de Los Pedriches, según señalan fuentes policiales.

Durante la pasada primavera, la ITP fue objeto de especial atención por parte de los agentes de Scotland Yard. Una campaña de bombas contra bares de homosexuales y minorías étnicas, las dos obsesiones de este grupo, sembró el terror entre la población londinense. Se saldó con dos muertos y 70 heridos en una taberna del Soho. Pero la policía no encontró ninguna prueba que la relacionara con estos atentados.

La experiencia de los neonazis británicos en Valencia es sólo el principio. En boletines internos dicen que ya tienen "su primer pueblo" en España y animan a dar donativos para comprar otros parajes. Sus militantes han visitado varias aldeas españolas. La ITP ha comprado también tres pueblos en Francia.

Ángel Jarne, funcionario de la Subdirección de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, recuerda bien la reciente visita de varios jóvenes británicos que acudieron a él para comprar uno de los numerosos pueblos abandonados en Huesca, propiedad de esa comunidad autónoma.

Y lo explica así: "Llevaban símbolos neonazis en los llaveros. Me pidieron la lista de pueblos abandonados. Cuando vieron que les pedíamos sus documentos y un proyecto concreto, se echaron atrás". Eran miembros de La Tercera Posición y les acompañaba un español.

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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