Un testigo exculpa al bailarín Pepe Lucena del juicio de prostitución infantil en Sevilla
El denominado testigo número 1 del caso Arny, José Antonio S. B., que destapó este caso con la denuncia que presentó en febrero de 1995, volvió ayer a retractarse de sus imputaciones y aseguró que no mantuvo relaciones sexuales con José E.G., el bailarín conocido como Pepe Lucena, que fue juzgado ayer en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla tras haber sido apartado del macroproceso hace dos años por enfermedad.El fiscal mantuvo la petición de dos años de cárcel para Pepe Lucena por sendos delitos de prostitución de menores, mientras que la acusación particular de la Junta lo rebajó a un año, al retirar la acusación referente al otro joven que, supuestamente, mantuvo relaciones sexuales con el acusado y que no compareció.
José Antonio S. B., que actualmente tiene 21 años, aseguró que sólo conocía a Pepe Lucena de haber hablado con él "una sola vez en el club El Valentino" y añadió que fue "presionado" por el entonces jefe del Grupo de Menores de la Policía sevillana, Arturo Caballero, para que identificara en las ruedas de reconocimiento a una serie de personas que previamente le indicaban, y que por ello recibiría a cambio un millón de pesetas por cada denuncia.
Este joven, que se halla actualmente en prisión por un delito de robo con violencia, reiteró, como ya hiciera durante la vista oral, que "mintió" durante la instrucción del caso.
El otro testigo de cargo, Manuel C.R., identificado durante el proceso con el número 23, no compareció a la vista oral, por lo que el tribunal renunció a su declaración por "no considerarla necesaria", si bien el fiscal hizo constar su protesta -a los efectos de un posible recurso- ante esta decisión dado que había solicitado la suspensión del juicio hasta que el joven compareciera. Por su parte, José E.G., de 64 años, se acogió a su derecho a no declarar
Los peritos psicólogos ratificaron que los menores afectados sufrieron desorientación sexual por las relaciones, al tiempo que explicaron que en sus entrevistas con José Antonio S.B. éste presentaba una "credibilidad favorable" respecto a lo acontecido, que después se transformó en "distorsionada".
