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El PP aragonés considera cerrado el pacto entre los socialistas y el Par

Carlos E. Cué

A medida que pasan los días, la renovación del pacto entre PP y Partido Aragonés (Par) para gobernar Aragón se ve más improbable. Los regionalistas parecen decantarse claramente por aliarse con el PSOE. Tanto, que dentro del PP aragonés cunde la sensación de que ese acuerdo ya está cerrado y que los ofrecimientos y las aparentes dudas de los regionalistas no son más que una escenificación para justificar su cambio de socio. El PP insistirá en pactar hasta el último minuto aunque, según el Par, sigue sin ofrecerles nada concreto.

Las conversaciones entre los regionalistas del Par y el PP están empezando a convertirse en un diálogo de sordos. El presidente en funciones de Aragón, Santiago Lanzuela, lanzaba el jueves una nueva oferta al Par, "avalada por la dirección nacional del partido". Cuando se le recordó que los regionalistas critican que hasta ahora sólo se les haya presentado un borrador lleno de generalidades, Lanzuela dijo que tenía "guardada en un cajón" la propuesta concreta, y que estaba dispuesto a discutirla con el Par en cualquier momento. Ayer, José Ángel Biel, investido temporalmente como presidente del Par y encargado de las negociaciones, dijo que está "esperando" a que Lanzuela saque de ese cajón los papeles. Pero todo esto se produce sin que haya una reunión oficial convocada. Ambos partidos intercambian sus opiniones sólo a través de los medios de comunicación. Esta extraña situación lleva al PP a pensar que el Par ya ha cerrado un pacto con los socialistas y que las aparentes dudas no son más que una escenificación para poder justificar su cambio de aliado ante la opinión pública. Varios dirigentes regionales de esta formación confirmaron ayer que ésta es la sensación que se vive dentro del partido, que fue el más votado en Aragón en las últimas elecciones. "Está todo el pescado vendido", se lamentaba uno de sus dirigentes.

Los populares, en todo caso, no pierden la esperanza, ya que experiencias anteriores les han demostrado que el Par siempre "se deja querer hasta el último momento".

Pero, a tenor del análisis que se hace tanto dentro del PSOE como del Par, la situación es complicada. Dirigentes de ambos partidos coinciden en señalar que los regionalistas tienen mucho que ganar entrando en un Gobierno con los socialistas. Con ello conseguirían ahondar en la crisis del PP, que ya ha perdido varias alcaldías importantes y las tres diputaciones. El que saldría más beneficiado de esa teórica crisis es el Par, según este análisis. Su espacio político es el mismo que el del PP. Y en los años en los que han gobernado juntos, mientras los populares han pasado de 13 a 28 diputados, el Par ha bajado de 19 a 10. "El PSOE no nos quita ni un voto, y con el PP no hacemos más que caer", reconoce un regionalista.

Marcelino Iglesias, líder del PSOE y futuro presidente si el Par le da su apoyo, cree que el PP ha errado su estrategia al tratar de lograr la mayoría absoluta, porque con ello ha "clavado un rejón al Par, pero no lo ha matado". Iglesias pidió ayer a la Chunta Aragonesista -los regionalistas de izquierdas- que tiene cinco diputados, que le apoye en la investidura e incluso que entre en el Gobierno, para que sea más estable. La Chunta ya ha anunciado que se abstendrá para no impedir la investidura de Iglesias, pero que no irá más allá.

Las negociaciones entre PSOE y Par para formar gobierno están "muy avanzadas", según dirigentes de ambos grupos, que incluso hablan ya del reparto de consejerías. Aunque nada hay definitivo todavía, en principio, los regionalistas obtendrían la vicepresidencia que incluiría las competencias en Política Territorial, el departamento de Cultura, y tal vez Industria y Turismo. Ambos grupos están trabajando este fin de semana para presentar el lunes, día en el que se debe elegir un candidato para someterse a un debate de investidura, una propuesta desarrollada de formación de Gobierno.

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Ayer se vio una prueba más de la sintonía entre el PSOE y el Par. Se constituyó la diputación de Teruel, con acuerdo entre ambos grupos. La presidirá Miguel Ferrer, del Par, que obtuvo siete diputados, los mismos que los socialistas.

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