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TENIS OPEN DE AUSTRALIA

Kafelnikov logra su segundo Grand Slam

El ruso derrotó a Thomas Enqvist en cuatro mangas y en una final cargada de errores

Casi tres años después de haber conseguido su primer título del Grand Slam, el ruso Yevgueny Kafelnikov recuperó el placer que supone ganar uno de los cuatro grandes torneos de la temporada. Lo hizo en un partido cargado de errores, en el que demostró una mayor fortaleza mental que su adversario, el sueco Thomas Enqvist, el mejor durante las dos semanas del torneo. Kafelnikov ganó el Open de Australia y se convirtió de esta forma en el primer ruso que se imponía en este Grand Slam. Kafelnikov, único cabeza de serie (10º) que había llegado a las semifinales, derrotó a Thomas Enqvist por 4-6, 6-0, 6-3 y 7-6 (7-1). El ruso había ganado el torneo de Roland Garros en 1996, tras superar en la final al alemán Michael Stich. Su triunfo en Melbourne le supondrá elevar su ránking hasta la tercera posición mundial, sólo por detrás del estadounidense Pete Sampras y del español Àlex Corretja, y percibir la cifra de 65 millones de pesetas aproximadamente.

"Gracias Pete (Sampras) por dejarme saborear este sentimiento tan maravilloso", dijo Kafelnikov tras recibir el trofeo de campeón. El ruso quiso rendir así su pequeño homenaje al número uno del mundo, a quien considera el mejor jugador del momento. Sampras ha sido un tapón importante en la carrera del ruso, que perdió contra él en la final del Masters en 1997.

"Cuando gané Roland Garros todo fue demasiado rápido, pero esta vez sí lo estoy disfrutando y es indescriptible", añadió Kafelnikov. El jugador hizo tres menciones especiales al dedicar la victoria: "Gracias a Larry , a mi mujer y mi hija que están en casa, y a mi abuelo, que murió en septiembre".

La victoria de Kafelnikov -tercera en siete enfrentamientos contra el sueco- se produjo, sin embargo, en una de las peores finales de los últimos años, plagada de errores. Enqvist acabó con 62 fallos, sobre todo con su derecha, su mejor golpe en este torneo en el que sólo había perdido dos sets antes de llegar al último partido. Enqvist, campeón junior en Australia en 1991, demostró en este inicio de temporada ser uno de los jugadores más en forma del circuito. Así lo acreditaban su título de Adelaida y su triunfo en la exhibición que se realizó en el vetusto estadio Kooyong. Llevaba un balance de 11 victorias y 0 derrotas cuando llegó al open australiano. Y en Flinders Park frustró las ilusiones de los aficionados locales al eliminar consecutivamente a Patrick Rafter y Mark Philippoussis.

El sueco comenzó la final de forma arrolladora, jugando muy largo y de forma precisa sobre el revés de Kafelnikov. Quebró en el quinto juego (3-2) cuando el ruso le entregó su saque con una doble falta, y esta ventaja fue suficiente para ganar el parcial en 38 minutos. Pero la reacción del tenista de Sochi fue radical a partir de ahí. Yevgueni Kafelnikov se despreocupó de los constantes cánticos y gritos de los aficionados suecos y ganó nueve juegos consecutivos, apoyado tanto en su juego como a los múltiples errores de su rival, que entró en un terrible bache que duró 42 minutos. La situación dio un vuelco espectacular, puesto que Kafelnikov ganó el segundo set en 20 minutos y se colocó con un amenazante 3-0 en el tercero.

Aunque Enqvist logró enderezar algo el rumbo y tuvo un punto de ruptura para colocarse con ventaja de 4-3, su derecha no volvió a funcionar. Perdió la tercera manga y en la cuarta no logró recuperar la regularidad que le había situado en la final: cometió un total de 15 dobles faltas para lograr 19 aces. El partido acabó en un desempate que Enqvist cerró con una doble falta en la bola de partido.

Igual que hizo Martina Hingis el sábado, Kafelnikov lanzó su raqueta al público y levantó los brazos. Enqvist, sentado en su silla abatido, buscó el consuelo de su novia Daniela Danilovic, que le observaba con una mirada cómplice desde la grada.

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